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lunes, 8 de septiembre de 2014

Casaca de Matraca existió y era de Omsk, Siberia


Los arqueólogos están intrigados por el descubrimiento del conjunto completo de una armadura de hueso bien preservada, que se cree que perteneció a un guerrero "de élite". La armadura estaba "en perfectas condiciones", y en su época debió ser "más preciada que la vida", dicen los expertos.

Estaba enterrada separada de su dueño y no se han encontrado otros ejemplos de tales vestimentas de combate cerca de Omsk. Se espera que los análisis determinen su edad exacta, pero los arqueólogos siberianos dicen que data de hace unos 3500-3900 años.

Los hallazgos arqueológicos de la zona pertenecen a la Cultura de Krotov, que vivía en la zona de bosques y estepas de Siberia Occidental, pero esta armadura de hueso se parece más a las de la Cultura de Samus-Seyminskaya, que se originó en los Montes Altai, a unos mil kilómetros al sureste, y después migró hacia Omsk. La armadura pudo haber sido regalada, intercambiada o robada a resultas de una guerra.


Boris Konikov, el procurador de las excavaciones, dijo: "Es única en primer lugar porque una armadura así era muy valorada. Era más preciada que la vida, porque salvaba la vida. En segundo lugar, fue encontrada en un asentamiento, y esto no había ocurrido antes. Se habían encontrado fragmentos separados en enterramientos, como en la necrópolis de Rostovka."

Actualmente los expertos dicen que no saben a qué criatura pertenecían los huesos usados en la fabricación de la armadura. Encontrada a una profundidad de metro y medio en el solar de un manicomio que ahora se planea convertir en un hotel de cinco estrellas, la armadura está siendo limpiada y restaurada en estos momentos.

"Nosotros mismos estamos ansiosos por verla, pero en este momento está siendo restaurada, lo cual es un proceso largo y meticuloso. A partir de los resultados esperamos reconstruir una copia exacta", dijo Boris Konikov.

El científico Yuri Gerasimov, un compañero investigador de la rama de Omsk del Instituto de Arqueología y Etnografía, dijo: "Aunque no hay indicaciones de que el lugar de descubrimiento de la armadura fuera un lugar de culto, es muy probable. La armadura tenía un gran valor material. No tenía sentido enterrarla en la tierra o esconderla durante mucho tiempo, porque las correas y los huesos se desharían. Una armadura así necesita un cuidado constante. Por ahora solo podemos fantasear: ¿Quién la enterró, y con qué propósito? ¿Fue algún ritual o sacrificio? Aún no lo sabemos."

Gerasimov, que está implicado en la restauración, añadió: "Cada placa enterrada de la armadura estaba dividida en muchos fragmentos pequeños, que solo se mantienen unidos por esa misma tierra. La estructura fue retirada de la excavación como un 'monolito', como dicen los arqueólogos, es decir, intacta con el trozo de tierra que la sostiene, y llevada al museo. Ahora tenemos que limpiar estos pequeños fragmentos de placas de hueso, hacer fotografías y bocetos de su localización, y después pegarlos en una coraza completa."

Está seguro de que la armadura perteneció a un "héroe", un "guerrero de élite que conocía métodos especiales de combate", y de que le habría "dado una buena protección frente a las armas que se usaban en la época: puntas de flecha de hueso y piedra, cuchillos de bronce, lanzas de punta broncínea y hachas también de bronce."


El yacimiento arqueológico donde se encontró la armadura, que se encuentra junto al río Irtysh y es propiedad de la Popov Omsk Radio Factory (que patrocina la excavación), incluye un complejo de monumentos de diferentes épocas. Hay asentamientos, necrópolis y centros artesanos. Se han encontrado enterramientos desde el periodo del Neolítico inicial hasta la Edad Media.

Konikov, que trabajó en el yacimiento como investigador durante muchos años y ahora es un representante de la planta encargado de supervisar las excavaciones, dijo: "Nuestro objetivo es salvar el yacimiento, investigarlo y promocionarlo. Organizamos excursiones para escolares y atraemos la atención de los ciudadanos a este lugar único."

Fuente

[http://siberiantimes.com/science/casestudy/features/warriors-3900-year-old-suit-of-bone-armour-unearthed-in-omsk/] THE SIBERIAN TIMES - Warrior's 3,900 year old suit of bone armour unearthed in Omsk, por Kseniya Lugovskaya, 6/9/2014 (link activo: última comprobación el 8/9/2014).

domingo, 13 de julio de 2014

"Las horcas se acercan...a por nosotros los plutócratas" - Nick Hanauer (Parte III y Final)

[Viene de la Parte II]

Una cosa en la que podemos estar de acuerdo, estoy seguro, es en que el cambio no va a empezar en Washington. El pensamiento está estancado, las discusiones incluso más. En ambos bandos.

Pero desde mi punto de vista, no hay problema con eso. La mayoría de grandes movimientos sociales tuvieron sus primeras victorias a nivel municipal y estatal. La lucha por la jornada laboral de ocho horas, que acabó en Washington DC en 1938 comenzó en sitios como Illinois y Massachussetts a finales del s. XIX. El movimiento por la seguridad social empezó en California en los años treinta. Incluso la Ley de Sanidad Asequible (u Obamacare) habrían sido difíciles de imaginar sin el modelo de Mitt Romney en Massachussetts abriendo el camino.

Tristemente, ningún republicano y muy pocos demócratas comprenden esto. El presidente Obama parece que tampoco, aunque va bien encaminado. En su discurso del estado de la nación de este año, mencionó la necesidad de un sueldo mínimo más alto, pero no llegó a argumentar que una menor desigualdad y una clase media renovada resultarían en un crecimiento económico más rápido. En vez de eso, los razonamientos que oímos de la mayoría de demócratas son las mismas viejas reclamaciones de justicia social. La única razón para ayudar a los trabajadores es porque nos dan pena. Estos argumentos de justicia alimentan el estereotipo de que Obama y los demócratas son unos sensibleros. Los republicanos dicen crecimiento. Los demócratas dicen justicia, y pierden todas las veces.

Pero solo porque los dos partidos de Washington aún no se hayan dado cuenta no significa que nosotros los ricos podamos seguir igual. La conversación ya está cambiando, incluso sin la intervención de los multimillonarios. Sé lo que pensáis: Creéis que Occupy Wall Street y todos los demás protestantes que decían "el capitalismo es el problema" han desaparecido sin dejar rastro. Pero eso no es verdad. Por supuesto, es difícil convencer a la gente de que duerma en un parque por la causa de la justicia social. Pero las protestas tras la crisis financiera de 2008 sí que ayudaron a cambiar el debate en este país del techo de deuda y los "comités de la muerte" (NdT: Término inventado por Sarah Palin en 2009 para referirse a grupos de burócratas que decidirían qué americanos serían "dignos de atención médica" en caso de aprobarse la legislación para atender a aquellos sin seguro médico) a la desigualdad.

Lo que pasa es que muchos de vosotros los plutócratas no captasteis el mensaje.

Queridos miembros del 0,01%, muchos ciudadanos están empezando a creer que el capitalismo en sí es el problema. Yo no estoy de acuerdo, y estoy seguro de que vosotros tampoco. El capitalismo, cuando se maneja bien, es la mejor tecnología social jamás inventada para crear prosperidad en las sociedades humanas. Pero el capitalismo sin control tiende hacia la concentración y el colapso. Puede ser dirigido a beneficiar a unos pocos a corto plazo o a muchos a largo plazo. El trabajo de las democracias es ponerlo al servicio de la mayoría. Por eso las inversiones en la clase media funcionan. Y las reducciones de impuestos para los ricos como nosotros no. Equilibrar el poder de los trabajadores y los multimillonarios aumentando el salario mínimo no es malo para el capitalismo. Es una herramienta indispensable que los capitalistas inteligentes usan para hacer estable y sostenible al sistema. Y nadie tiene más en juego en ello que nosotros los muchimillonarios.

El conflicto más antiguo e importante de las sociedades humanas es la batalla por la concentración de riqueza y poder. Los tipos como nosotros, que estamos en la cima, le decimos a los que están abajo que nuestras respectivas posiciones son justas y buenas para todos. Antiguamente se llamaba a eso "derecho divino". Hoy día tenemos la "teoría del chorreo".

Qué tontería. ¿De verdad soy un ser superior? ¿Debo estar en el centro de la moral así como en el del universo económico? ¿Y vosotros?

Mi familia, los Hanauers, empezaron en Alemania vendiendo plumas y almohadas. Fueron echados de Alemania por Hitler y acabaron en Seattle montando otra compañía de almohadas. Tres generaciones después, me beneficié de eso. Entonces tuve toda la suerte que una persona podía tener en la era de internet al tener un colega en Seattle llamado Bezos. Yo miro al tío común de la calle y me digo, "Solo por la gracia de Jeff no soy otro más". Incluso los mejores de nosotros, en las peores circunstancias, están descalzos vendiendo fruta de pie junto a un camino de tierra. Nunca deberíamos olvidar eso, ni que los Estados Unidos de América y su clase media nos hicieron a nosotros, más que al contrario.

O podríamos sentarnos, no hacer nada, disfrutar de nuestros yates. Y esperar a las horcas.

Or we could sit back, do nothing, enjoy our yachts. And wait for the pitchforks.

Fuente

[http://www.politico.com/magazine/story/2014/06/the-pitchforks-are-coming-for-us-plutocrats-108014_full.html] POLITICO - The Pitchforks Are Coming...For Us Plutocrats, por Nick Hanauer, 7/2014 (link activo: última comprobación el 10/7/2014).

sábado, 12 de julio de 2014

"Las horcas se acercan...a por nosotros los plutócratas" - Nick Hanauer (Parte II)

[Viene de la Parte I]

Lo más irónico de la creciente desigualdad es lo completamente innecesaria y contraproducente que es. Si hacemos algo contra ella, si ajustamos nuestras políticas de la forma en que, por ejemplo, lo hizo Franklin D. Roosevelt durante la Gran Depresión, para ayudar al 99% y anticiparnos a los revolucionarios y los locos, los que tienen las horcas, eso será lo mejor para nosotros los ricos también. No es solo que escaparemos con vida, es que seguramente nos hagamos aún más ricos.

El modelo a seguir para nosotros los ricos en este caso debería ser Henry Ford, quien se dio cuenta que todos sus trabajadores de Michigan no eran solo mano de obra barata a explotar, sino también clientes. Ford imaginó que si les subía el sueldo a unos entonces exorbitantes 5 dólares al día, serían capaces de comprar sus Ford T.

Qué gran idea. Mi sugerencia es esta: hágamoslo otra vez. Tenemos que intentar algo. Esta estúpida "teoría del chorreo" (NdT: La "teoría del chorreo" preconiza que hay que dar toda clase de privilegios y favores a los más ricos, haciéndolos aun más ricos, para que en el futuro algo de su riqueza les chorree a los más pobres) están destruyendo mi clientela. Y la vuestra también.

Cuando me di cuenta de esto decidí que tenía que dejar mi mundo aislado de los super-ricos y meterme en política. No directamente, presentándome a un alto cargo o convirtiéndome en uno de los ricachones milmillonarios que respaldan a los candidatos en una elección. En vez de eso, quería intentar cambiar la conversación con ideas, promoviendo lo que mi co-autor, Eric Liu, y yo llamamos economía "middle-out". Es la tan atrasada refutación contra la teoría del chorreo que se ha convertido en la ortodoxia económica de ambos partidos, y que tanto ha amargado a la clase media americana y en general a toda nuestra economía. La economía middle-out rechaza el viejo error de creer que una economía es un sistema mecánico perfectamente eficiente, y asume la idea mucho más precisa de que una economía es un complejo ecosistema formado por personas reales que dependen unas de otras.

Por eso la ley fundamental del capitalismo debe ser que si los trabajadores tienen más dinero, los negocios tienen más clientes. Lo que convierte a los consumidores de clase media, y no a los ricos hombres de negocios como nosotros, en los auténticos generadores de empleo. Lo que a su vez significa que una clase media floreciente es la fuente de la prosperidad americana, no una consecuencia de ella. La clase media nos crea a los ricos, no al revés.

El 19 de junio de 2013, Bloomberg publicó un artículo escrito por mí titulado "El argumento de un capitalista a favor de un sueldo mínimo de 15 $". Forbes lo presentó como "la propuesta casi enloquecida de Nick Hanauer". Y aun así, apenas unas semanas después de su publicación, mi amigo David Rolf, un organizador de la Unión Internacional de Empleados en Servicios, instigó a los trabajadores de los restaurantes de comida rápida a ponerse en huelga por todo el país pidiendo un salario mínimo de 15 dólares. Casi un año después, la ciudad de Seattle aprobó un sueldo mínimo de 15 dólares. Y solo 350 días después de que mi artículo fuese publicado, el alcalde Ed Murray de Seattle firmó esa ordenanza convirtiéndola en ley. ¿Cómo pudo ocurrir esto, os preguntaréis?

Ocurrió porque le recordamos a las masas que ellas son la fuente del crecimiento y la prosperidad, no nosotros los tipos ricos. Les recordamos que cuando los trabajadores tienen más dinero, los negocios tienen más clientes, y necesitan más empleados. Les recordamos que si los negocios pagasen a sus trabajadores un sueldo mínimo decente en lugar de una miseria, los contribuyentes no tendrían que compensar la diferencia. Y cuando acabamos, el 74% de los posibles votantes de Seattle afirmaron en una encuesta reciente que un salario mínimo de 15 dólares era una idea genial.

La respuesta estándar en el debate sobre el salario mínimo, presentada por los republicanos, sus patrocinadores y un montón de demócratas también, es que aumentar el sueldo cuesta puestos de trabajo. Los negocios no podrán permitirse tener tantos trabajadores. Este argumento refleja la economía ortodoxa que aprendió la mayoría de la gente en la universidad. Si te apuntabas a clase de economía, te enseñaban literalmente que si los sueldos suben, el empleo debe bajar. La ley de la oferta y la demanda y todo eso. Por eso tenemos a John Boehner y a otros republicanos insistiendo en el Congreso que si haces más caro contratar, habrá menos contratos. ¿En serio?

Porque aquí hay algo que no cuadra. Durante las tres últimas décadas, la compensación para los directores ejecutivos creció 127 veces más rápido que para los trabajadores. Desde 1950, la proporción de sueldos entre directores y trabajadores ha aumentado un 1000%, y no hay errores tipográficos ahí. Los directores solían ganar treinta veces lo que el trabajador medio; ahora se llevan 500 veces más. Pero ninguna compañía que yo conozca ha eliminado a sus principales dirigentes, o los ha subcontratado en China, o automatizado sus trabajos. Al contrario, ahora tenemos más directores y ejecutivos superiores que nunca antes. Y lo mismo ocurre también con los trabajadores de servicios financieros y tecnológicos. Estos tipos ganan múltiplos del salario medio, pero de alguna forma cada vez tenemos más.

Lo que nos pasa a los hombres de negocios es que nos gusta que nuestros clientes sean ricos y nuestros empleados pobres. Así que desde que existe el capitalismo, los capitalistas han dicho lo mismo sobre cualquier esfuerzo por subir los salarios. Hemos tenido 75 años de quejas de grandes empresas: cuando se creó el salario mínimo, cuando las mujeres tuvieron que recibir pagas igualitarias, cuando se hicieron leyes sobre el trabajo infantil. Cada una de esas veces los capitalistas han dicho exactamente lo mismo de la misma forma: Todos caeremos en la bancarrota. Tendré que cerrar. Tendré que despedir a todos. No ha ocurrido así. De hecho, los datos demuestran que cuando los trabajadores son mejor tratados, los negocios van mejor. Los detractores simplemente se equivocan.

La mayoría de vosotros (NdT: los americanos, se entiende) creéis seguramente que un salario mínimo de 15 dólares en Seattle es un alejamiento descerebrado de la política racional que pone nuestra economía en grave riesgo. Pero en Seattle, nuestro salario mínimo actual de 9,32 dólares ya es de por sí casi un 30% superior al salario mínimo federal. ¿Y ha arruinado nuestra economía hasta ahora? Bueno, "chorreadores", mirad estos datos: Las dos ciudades del país con la mayor tasa de crecimiento de empleo en PyMEs son San Francisco y Seattle. ¿Qué ciudades tienen el salario mínimo más alto? San Francisco y Seattle. ¿Cuál es la gran ciudad que más rápido crece en América? Seattle. Quince dólares no es una política arriesgada e inaudita para nosotros. Es redoblar la estrategia que ya permite a nuestra ciudad darle a las vuestras para el pelo.

Tiene todo el sentido si os paráis a pensarlo: Si un trabajador gana 7,25 $ a la hora, que es el salario mínimo nacional actual, ¿qué proporción de los ingresos de esa persona creéis que acaba en las cajas registradoras de los pequeños negocios locales? Casi ninguna. Esa persona paga el alquiler, en el mejor de los casos sale a comprar verduras básicas en Safeway, y, si tiene mucha suerte, tiene un bonobus. Pero no sale a comer en restaurantes. No mira escaparates en busca de ropa nueva. No compra flores el Día de la Madre.

¿Es esta cuestión más complicada que lo que digo? Por supuesto. ¿Hay muchos factores en juego determinando la dinámica del empleo? Síp. Pero por favor, parad de insistir en que si pagamos más a los trabajadores el desempleo se disparará y destruirá la economía. Es una tontería absoluta. Lo más insidioso de la teoría del chorreo no es creer que si los ricos se enriquecen es bueno para la economía. Es creer que si los pobres se enriquecen, es malo para la economía.

Sé que prácticamente todos vosotros creéis que animar a nuestras empresas a pagar más a nuestros trabajadores es en cierto modo injusto, o que supone demasiada interferencia gubernamental. La mayoría de vosotros creéis que deberíamos simplemente dejar que ejemplos como Costco o Gap muestren el camino. O que el mercado fije el precio. Pero ahí está la cosa. Cuando aquellos que fijan malos ejemplos, como los propietarios de Wal-Mart o McDonald's, pagan a sus trabajadores casi el sueldo mínimo, lo que en realidad están diciendo es que les pagarían incluso menos si no fuese ilegal (afortunadamente, ambas compañías han dicho recientemente que no se opondrían a una subida en el salario mínimo). En cualquier grupo grande, algunas personas no harán en absoluto lo correcto. Por eso nuestra economía solo puede ser segura y efectiva si es gobernada por el mismo tipo de reglas que, por ejemplo, el sistema de transportes, con sus límites de velocidad y sus señales de stop.

Wal-Mart es la empresa con más trabajadores de nuestra nación, con unos 1,4 millones de empleados en los EE.UU. y más de 25.000 millones de beneficios brutos. Entonces, ¿por qué los empleados de Wal-Mart son el mayor grupo de receptores de ayudas médicas en muchos estados? Wal-Mart podría, digamos, pagar a cada uno del millón de sus trabajadores peor asalariados 10.000 dólares más al año, sacarlos de la pobreza y hacerles capaces de, entre todas las cosas, permitirse comprar cosas en Wal-Mart. No solo nos ahorraría esto todo el gasto de los sellos de comida, las ayudas médicas y las asistencias para el alquiler que necesitan actualmente, sino que Wal-Mart seguiría ganando más de 15.000 millones de dólares brutos cada año. Wal-Mart no se presentará voluntaria para pagar a sus trabajadores un sueldo mayor que el de sus competidores, ni tampoco debería. A fin de que tengamos una economía que funcione para todos, deberíamos obligar a todos los minoristas a pagar salarios mínimos decentes, no solo pedírselo amablemente.

Nosotros los ricos hemos sido falsamente convencidos por nuestra educación y por la afirmación de la sociedad, y nos hemos autoconvencido, de que somos los principales generadores de empleo. Simplemente no es verdad. Nunca podrá haber suficientes americanos super-ricos para alimentar a una gran economía. Gano como mil veces más que el americano medio cada año, pero no me compro mil veces más cosas. Mi familia se compró tres coches en los últimos años, no 3000. Compro unos pocos pantalones y unas pocas camisas cada año, igual que la mayoría de hombres americanos. Compré dos elegantes pantalones de lana, uno de los cuales llevo puesto mientras escribo esto, a los que mi compañero llama "pantalones de manager". Supongo que podría haber comprado mil. ¿Pero por qué iba a hacerlo? En vez de eso, puse mi dinero sobrante en la cuenta de ahorro, donde no hace mucho por el país.

Así que olvidad toda esa retórica de que América es grande por gente como vosotros, yo y Steve Jobs. Sabéis la verdad incluso si no la admitís: si cualquiera de nosotros hubiera nacido en Somalia o el Congo, todo lo que llegaríamos a ser sería tipos descalzos colocados junto a una carretera de tierra para vender fruta. No es que Somalia o el Congo no tengan buenos emprendedores. Es solo que los mejores están vendiendo sus productos en cajas junto a la carretera porque eso es todo lo que sus consumidores pueden permitirse.

Así que, ¿por qué no hablar de un tipo distinto de New Deal para el pueblo americano, uno que pudiera atraer a la derecha tanto como a la izquierda, a los libertarios igual que a los liberales? Primero, pediría a mis amigos republicanos que fuesen realistas sobre lo de reducir el tamaño del gobierno. Sí, sí y sí, tenéis toda la razón: el gobierno federal es demasiado grande en algunos aspectos. Pero de ningún modo podéis recortar sustancialmente al gobierno, no tal y como están las cosas ahora. Ronald Reagan y George W. Bush tuvieron ambos ocho años para hacerlo, y fracasaron miserablemente. 

Los republicanos y demócratas del Congreso no pueden encoger el gobierno con ilusiones. La única forma de podar el gobierno de verdad es volver a los principios económicos básicos: tenéis que reducir la demanda del gobierno. Si la gente gana quince dólares la hora o más, no necesitan sellos de comida. No necesitan apoyos para pagar el alquiler. No necesitan que vosotros y yo paguemos su asistencia médica. Si la clase media consumidora vuelve a comprar y salir de tiendas, entonces es lógico no necesitar un Estado del bienestar tan grande. Y al mismo tiempo, los impuestos sobre la renta y las ventas crecerían, reduciendo el déficit.

Esto es, en otras palabras, un enfoque económico que puede unir a la izquierda y a la derecha. Quizás esa sea una razón por la que la derecha está empezando, inexorablemente, a descubrir esta realidad también. Incluso republicanos tan diversos como Mitt Romney y Rick Santorum salieron recientemente a defender un aumento del salario mínimo, desafiando a los congresistas republicanos.

[Continuará]

Fuente

[http://www.politico.com/magazine/story/2014/06/the-pitchforks-are-coming-for-us-plutocrats-108014.html] POLITICO - The Pitchforks Are Coming...For Us Plutocrats, por Nick Hanauer, 7/2014 (link activo: última comprobación el 10/7/2014).

jueves, 10 de julio de 2014

"Las horcas se acercan...a por nosotros los plutócratas" - Nick Hanauer (Parte I)

De: Nick Hanauer.

A: Mis colegas muchimillonarios.

Probablemente no me conozcáis, pero como vosotros soy uno más de ese 0,01%, un orgulloso capitalista que no se arrepiente de serlo. He fundado, co-fundado y financiado más de treinta compañías de toda una variedad de industrias, desde las pequeñitas como el club nocturno que abrí a los veinte a gigantes como Amazon.com, de la cual fui el primer inversor fuera de la familia del dueño. Entonces fundé aQuantive, una compañía de anuncios en internet que fue vendida a Microsoft en 2007 por 6.400 millones de dólares. En efectivo. Os cuento todo esto para demostraros que en muchos sentidos no soy diferente de vosotros. Como vosotros, tengo una amplia perspectiva sobre los negocios y el capitalismo. Y al igual que vosotros, he sido recompensado obscenamente por mi éxito, con una vida que el otro 99,99% de los americanos no puede ni imaginarse. Múltiples casas, mi propio avión, etcétera, etcétera. Sabéis de lo que hablo. En 1992, estaba vendiendo almohadas hechas por mi empresa familiar, Pacific Coast Feather Co., a minoristas de todo el país, e internet era una torpe novedad a la que uno se enganchaba con un fuerte graznido a 300 baudios. Pero vi muy rápido, ya entonces, que muchos de mis clientes, las grandes cadenas de almacenes, ya estaban condenados. Supe que tan pronto como internet se volviese lo bastante rápido y fiable (y no faltaba mucho para eso), la gente compraría online como loca. Adiós, Caldor. Y Filene's. Y Borders. Y así sucesivamente.

Darme cuenta de eso, viendo por encima del horizonte un poco más lejos que el que estaba a mi lado, fue la parte estratégica de mi éxito. La parte afortunada fue que tenía dos amigos, ambos muy dotados, que también vieron un montón de potencial en la web. Uno era un tipo del que probablemente jamás habréis oído hablar llamado Jeff Tauber, y el otro era un colega llamado Jeff Bezos. Estaba tan excitado por el potencial de la web que le dije a ambos Jeffs que quería invertir en cualquier cosa que lanzaran, a lo grande. Ocurrió que el segundo Jeff, Bezos, me llamó el primero para aprovechar mi oferta de inversión. Así que le ayudé a asegurar su diminuta e incipiente librería. El otro Jeff empezó una gran tienda online llamada Cybershop, pero en un momento en el que la confianza en las ventas por internet aún era escasa, era demasiado pronto para su lujosa idea: la gente aún no estaba lista para comprar productos caros sin comprobarlos en persona (a diferencia de un lujo básico como los libros, que no varían en calidad, algo que supo ver muy bien Bezos). Cybershop no lo logró, como tantos otros fiascos punto-com. Amazon lo hizo algo mejor. Ahora tengo un yate muy grande.

Pero hablemos con franqueza. Yo no soy el tipo más listo que conoceréis, ni el más trabajador. Yo era un estudiante mediocre. No soy técnico en absoluto: no sé escribir ni una palabra de código. Lo que me distingue, creo yo, es una tolerancia al riesgo y una intuición de lo que ocurrirá en el futuro. Ver a dónde las cosas se dirigen es la esencia de ser emprendedor. ¿Y qué veo en nuestro futuro ahora?

Veo horcas.

Al mismo tiempo que gente como vosotros y yo están medrando más allá de los sueños de cualquier plutócrata de la historia, el resto del país (el 99,99%) se está quedando muy atrás. La división entre los que tienen y los que no se está agravando muy, muy deprisa. En 1980, el 1% superior controlaba un 8% de la renta nacional de EE.UU. El 50% inferior compartía un 18%. Hoy el 1% tiene el 20%, y el 50%, solo el 12%.

Pero el problema no es que tengamos desigualdad. La desigualdad es intrínseca en cualquier economía capitalista de alto rendimiento. El problema es que la desigualdad está a niveles históricamente altos y está empeorando cada día. Nuestro país se está dejando rápidamente de ser una sociedad capitalista y pasando a ser una sociedad feudal. A menos que nuestra política cambie dramáticamente, la clase media desaparecerá, y volveremos a la Francia de finales del s. XVIII. Antes de la revolución.

Así que tengo un mensaje para mis colegas asquerosamente ricos, para todos nosotros que vivimos en nuestras burbujas valladas: despertad, gente. No durará.

Si no hacemos nada para arreglar las patentes injusticias en esta economía, las horcas vendrán a por nosotros. Ninguna sociedad puede mantener este tipo de creciente desigualdad. De hecho, no hay ningún ejemplo en la historia humana en el que la riqueza se acumulase de este modo y las horcas no acabasen por salir a la luz. Me mostráis una sociedad altamente desigual, y yo os mostraré un Estado policial. O un alzamiento. No hay contra-ejemplos. Ninguno. No es "si", es "cuando".

Muchos de nosotros pensamos que somos especiales porque "esto es América". Creemos que somos inmunes a las mismas fuerzas que empezaron la Primavera Árabe; o las revoluciones francesa y rusa, mismo da. Sé que los miembros del 0,01% soléis desestimar este tipo de argumentos: muchos de vosotros me habéis dicho a la cara que estoy completamente chalado. Y sí, sé que hay muchos de vosotros que estáis convencidos de que porque visteis a un niño pobre con un iPhone una vez, la desigualdad es una ficción.

Esto es lo que os digo: vivís en un mundo de fantasía. Lo que todo el mundo quiere creer es que cuando las cosas alcancen un punto de inflexión y pasen de ser simplemente desagradables para las masas a peligrosas y socialmente desestabilizadoras, nosotros veremos venir ese cambio con tiempo. Cualquier estudiante de Historia sabe que eso no es lo que ocurre. Las revoluciones, como las bancarrotas, llegan gradualmente, y actúan repentinamente. Un día, alguien se pega fuego, y entonces miles de personas salen a la calle, y antes de que te des cuenta, el país está en llamas. Y entonces nosotros no tendremos tiempo para llegar al aeropuerto y saltar a nuestros Gulfstream V y volar a Nueva Zelanda. Eso es lo que siempre ocurre. Si la desigualdad sigue aumentando como lo ha hecho hasta ahora, al final ocurrirá. No seremos capaces de predecir cuándo, y será terrible, para todos. Pero especialmente para nosotros.

[Continuará]

Fuente

[http://www.politico.com/magazine/story/2014/06/the-pitchforks-are-coming-for-us-plutocrats-108014_full.html] POLITICO - The Pitchforks Are Coming...For Us Plutocrats, por Nick Hanauer, 7/2014 (link activo: última comprobación el 10/7/2014).

martes, 20 de mayo de 2014

La solicitud de plaza fija de Indiana Jones ha sido rechazada

Enero 22, 1939

Profesor Asistente Henry “Indiana” Jones Jr.
Departamento de Antropología
Chapman Hall 227B
Marshall College

Dr. Jones:

Como presidente del Comité de Ascensos y Numerarios, lamento informarle de que su reciente solicitud de plaza permanente ha sido denegada por 6 votos a 1. Siguiendo las políticas y procedimientos previos, los procesos de las deliberaciones del comité pertinentes para nuestra decisión han sido resumidas a continuación en base a los criterios de aptitud.

1) Demuestra una experiencia y pericia adecuada en el campo elegido:

El comité coincidió en que el Dr. Jones parece tener un conocimiento lingüístico de amplitud casi sobrehumana y una asombrosa familiaridad con la historia y la cultura material de lo oculto. Sin embargo, su comprensión y su práctica de la arqueología dio al comité gran causa de alarma. Las críticas al Dr. Jones iban desde "poseer una perceptible deficiencia metodológica" a "practicar arqueología con una completa falta, despreocupación y colosal ignorancia de la actual metodología, teoría y ética", pasando por "descarado robo de tumbas". Dadas estas apreciaciones, quizás no sea sorprendente descubrir que varios países de América Central y Meridional se reunieron recientemente para fijar una legislación destinada a prohibirle permanentemente su entrada en su territorio.

Más aún, ningún miembro del comité puede identificar quién o qué infundió en el Dr. Jones la idea de que el equipo de herramientas de un arqueólogo solo debería consistir en un látigo y un revólver.

2) Reconocido nacionalmente por un efectivo programa de estudios o investigación apoyado por publicaciones de alta calidad:

Aunque el Dr. Jones lleva a cabo "investigaciones de campo" mucho más a menudo que ningún otro miembro de su departamento, en ningún caso ha informado de los resultados de sus excavaciones, proporcionado cualquier prueba creíble o atendido a las conferencias arqueológicas a las que afirma acudir, o producir ni tan siquiera un solo artículo publicado en ninguna revista científica reconocida. Algunos podrían decirle al Dr. Jones que en el terreno académico, "o publicas o mueres". Sorprendentemente, hay pocas pruebas hasta la fecha de que el Dr. Jnes haya excavado con éxito ni un solo objeto desde que llegó al Marshall College. Marcus Brody, procurador de nuestro museo de historia natural, me aseguró que esto no era así y graciosamente me indicó varias piezas de la colección que afirmaba que habían sido aportadas por los esfuerzos del Dr. Jones, pero, francamente, no tenemos ni una pizca de documentación que pueda demostrar la procedencia o la posesión legal de estos objetos.

3) Encaja con los estándares profesionales de conducta en la investigación y en las actividades profesionales de la disciplina:

El comité fue particularmente generoso (y vociferante) al ofrecer sus opiniones sobre este criterio. Permítame enumerar solo unos pocos de los relatos más preocupantes de los que se me hizo partícipe durante el encuentro del comité. Más veces de las que puedo mencionar, el nombre "Indiana Jones" (el título adoptado por el que el Dr. Jones insiste en ser llamado) ha aparecido en informes del gobierno relacionándolo con el Partido Nazi, traficantes de antigüedades, cultos subterráneos, sacrificios humanos, esclavitud infantil india y la mafia china. Hay una plétora de cargos criminales internacionales contra el Dr. Jones, que incluyen pero no se limitan a: introducir y sacar armas no registradas del país, daños a la propiedad, profanación de lugares destacados nacionales e históricos, suplantación de oficiales, incendios, grandes robos (automóviles, motocicletas, aeronaves y vehículos acuáticos en solo una semana del año pasado), excavar sin permiso, incontables violaciones de antigüedades, peligro público, matanzas voluntarias e involuntarias y, supuestamente, asesinato.

Las habilidades interpersonales y las relaciones del Dr. Jones no son mejores. El propio Dr. Jones admite que ha empleado repetidas veces a un chico indio menor de edad como chófer y como "asistente personal" durante sus viajes por el Lejano Oriente. Me abstendré de hacer ninguna insinuación sobre la naturaleza de esta relación, pero mi intuición insiste en que esta no es sana ni debe ser fomentada. Aunque el comité puede haberse extralimitado en su evaluación, encuentro pertinente hacer notar que el Dr. Jones ha estado relacionado románticamente con incontables mujeres de carácter cuestionable, un atributo muy impropio de un profesor del Marshall College. Una de estas mujeres fue identificada como una notoria cantante de un club nocturno cuyo corazón intentó arrancar con sus manos, y a quien intentó sin éxito hacer descender a un lago de lava. Otra era una estudiante nazi a quien se le vio cortejar hace justo un año, quien según me cuentan se precipitó en un abismo sin fondo por la mano del Dr. Jones. Y, por supuesto, nadie puede olvidar el lento declive y finalmente la muerte del Profesor Abner Ravenwood después de que la aventura del Dr. Jones con la hija menor de edad de Abner fuese hecha pública, obligándola a emigrar a Nepal para escapar de la debacle.

4) Demuestra un historial exitoso de enseñanza de Grado y Post-grado:

En sus nueve años con el departamento, el Dr. Jones jamás ha completado ni tan solo un semestre ininterrumpido de clases. De hecho, nunca ha dado clase durante más de cuatro semanas consecutivas desde que fue contratado. Los informes del departamento indican que el Dr. Jones se ha tomado más días sabáticos, bajas por enfermedad, días de asuntos personales, asignaciones para conferencias y ausencias temporales que todos los otros miembros del departamento juntos.

El único representante estudiantil del comité quiso expresar que además de ser un instructor excepcional, un mentor compasivo y un caballero sin igual, el Dr. Jones fue extraordinariamente receptivo al cuerpo estudiantil femenino durante y después de la transición al sistema coeducacional en el College. Sin embargo, su puntualidad a la hora de poner notas y devolver trabajos era preocupante.

5) Establecimiento de un historial apropiado de servicio al departamento y al campus:

El comportamiento del Dr. Jones en el campus no solo ha llevado a acciones disciplinarias sino a dudas por el estado de su salud mental. Además de múltiples casos de ebriedad pública, el Dr. Jones ha intentado prender fuego en tres ocasiones distintas al ala de herpetología. Pero lo que quizás sea más perturbador, no obstante, son las afirmaciones surgidas de la propia boca del Dr. Jones. Varios miembros de la facultad sostienen que el Dr. Jones les informó en múltiples ocasiones de que había descubierto el Arca de la Alianza, rocas de diamante mágicas ¡y el Santo Grial! Cuando se le pidió que aportase pruebas de tales afirmaciones, supuestamente replicó que era "algo así como inmortal" y/o murmuró afirmaciones vejatorias acerca de los "estúpidos burócratas" del gobierno de EEUU. Dado su historial con el Partido Nazi, temo dónde se encuentren sus lealtades.

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Para resumir, el comité no consigue reconocer ningún indicio de que el Dr. Jones sea remotamente competente en cuanto al estudio y la práctica arqueológicos. Su aptitud como instructor es cuestionable en el mejor de los casos, su conducta en el extranjero es extremadamente deplorable, y su comportamiento en el campus apenas es mejor. El Marshall College tiene una reputación que mantener. No necesito decir más.

Mis disculpas,

Prof. G.L. Stevens
Presidente

jueves, 20 de marzo de 2014

Si la Primera Guerra Mundial hubiera sido una pelea de bar, habría sido así


Alemania, Austria e Italia están de pie juntos en un bar y Serbia se tropieza con Austria, tirándole la cerveza en los pantalones. Austria le exige a Serbia que le pague un traje nuevo entero por la mancha de sus pantalones. Alemania expresa su apoyo al punto de vista de Austria. Inglaterra recomienda que todo el mundo se calme un poco.

Serbia señala que no puede permitirse un traje nuevo entero, pero se ofrece a pagar la tintorería de los pantalones de Austria.

Rusia y Serbia miran a Austria. Austria le pregunta a Serbia qué está mirando. Rusia sugiere que Austria debería dejar a su hermano pequeño en paz. Austria le pregunta que qué ejército va a ayudar a Rusia a obligarle.

Alemania apela a Inglaterra porque Francia le está mirando, y que está fuera de orden que Inglaterra no intervenga. Inglaterra replica que Francia puede mirar a quien quiera, que Inglaterra también está mirando a Alemania, ¿y qué va a hacer Alemania al respecto?

Alemania le dice a Rusia que deje de mirar a Austria, o de lo contrario le dejará incapaz de volver a mirar a nadie.

Inglaterra y Francia le preguntan a Alemania si está mirando a Bélgica.

Turquía y Alemania se van a hablar en susurros a una esquina. Cuando vuelven, Turquía se esfuerza por no mirar a nadie.

Alemania se remanga, mira a Francia y le pega a Bélgica. Inglaterra y Francia le pegan a Alemania. Austria le pega a Rusia. Alemania le pega con un puño a Inglaterra y Francia y con el otro a Rusia. Rusia le lanza un puñetazo a Alemania, pero falla y casi se cae. Japón grita desde el otro lado de la sala que está de parte de Inglaterra, pero se queda allí. Italia sorprende a todos pegándole a Austria.

Australia le pega a Turquía, y recibe un puñetazo a cambio. No hay malos rollos, porque Inglaterra obligó a Australia a hacerlo.

Francia es lanzado por una ventana, pero se levanta y sigue luchando. Rusia es lanzado por otra, se queda inconsciente, sufre daño cerebral y se despierta con una personalidad completamente nueva. Italia lanza un puñetazo a Austria pero falla; aun así, Austria se cae al suelo. Italia alza los puños al aire y se pone a dar vueltas por la sala cantando.

América espera a que Alemania esté a punto de caerse por los constantes puñetazos de Inglaterra y Francia, y entonces se acerca y le da con un taburete de la barra. Acto seguido finge haber ganado la lucha él solito.

Para entonces todas las sillas están rotas y el gran espejo de detrás de la barra está rajado. Inglaterra, Francia y América están de acuerdo en que Alemania soltó el primer puñetazo, así que toda la culpa es suya. Mientras Alemania sigue inconsciente, le registran los bolsillos, le roban la cartera y pagan una ronda para todos sus amigos.

Fuente


Traducido de 9GAG. Foto subida originalmente por Crushprank.

martes, 4 de marzo de 2014

La guerra histórica entre Ucrania y Rusia

Hoy he encontrado este artículo de Charles Emmerson en History Today, que me ha parecido muy interesante dada la terrible crisis que se está desatando en Ucrania a raíz de la invasión militar rusa de Crimea. Paso a traducir su opinión, y espero las vuestras:

* * *

Las guerras de Historia de Ucrania y Rusia:

No hace mucho, buscando una historia breve de Ucrania en una librería céntrica de Londres, me dieron este memorable consejo: "Mire debajo de Rusia".

Lo hice. Y entre estantes que se quejaban del peso de las glorias de la historia rusa, desde las aventuras amorosas de Catalina la Grande hasta los crímenes de Josif Stalin, encontré dos finos volúmenes sobre Ucrania, un país de unos 46 millones de habitantes. Uno estaba decorado con un cuadro impresionista de la Revolución Naranja de 2004. Los compré los dos. Dudo muchísimo que fueran reemplazados de inmediato.

"Mirar debajo de Rusia" es quizás una metáfora apropiada para hablar de la historia ucraniana.

Desde el tratado de Pereyáslav de 1654, Ucrania solo ha disfrutado de independencia de Rusia en momentos de extrema dislocación geopolítica, como en los últimos días de la Primera Guerra Mundial, tras la Revolución Rusa de 1917. Los nacionalistas rusos de hoy en día parecen ver la independencia de Ucrania como una aberración similar, consecuencia de lo que el Presidente Vladimir Putin definió como el mayor desastre geopolítico del s. XX: el colapso de la Unión Soviética (es decir, del Imperio Ruso) en 1991.

Los viejos hábitos tardan en morir. Para muchos rusos, Ucrania es como una extremidad fantasma que se sigue sintiendo mucho después de su amputación. La idea de que Ucrania es realmente una nación resulta extraña para algunos rusos. Puesto que las percepciones de la historia condicionan la política, comprender el punto de vista ruso sobre la historia ucraniana, y el de los propios ucranianos sobre su propia historia, es esencial.

Aunque errónea, la idea de que la historia ucraniana en realidad no es más que un anexo de la suntuosa mansión de la historia rusa es común. Hasta cierto punto es comprensible. Ucrania y Rusia han compartido triunfos y tragedias desde el nacimiento del Principado de los Rus de Kiev (el primer proto-Estado ruso, aunque por supuesto habría que discutir si los Rus eran siquiera rusos o ucranianos), pasando por las guerras contra los polacos del s. XVII, hasta la sangrienta lucha contra el fascismo en el s. XX.

Los lazos históricos entre los dos países, antiguos y modernos, son múltiples y profundos. Las iglesias ortodoxas de Ucrania y Rusia comparten santo patrón: San Vladimir o San Volodmyr, cuya estatua (bautizada con el nombre ucraniano) se alza orgullosa en una esquina del Londres occidental. En las afueras de Kiev, la capital de Ucrania, un enorme museo de cemento inaugurado a principios de los ochenta conmemora la Gran Guerra Patriótica (1941-5). Fuera, una figura femenina plateada de 60 metros de altura sostiene en alto una espada con una mano, y en la otra levanta un escudo con el emblema de la Unión Soviética. Este es un memorial en honor a un sacrificio compartido (ocho millones de ucranianos murieron en la guerra) y una victoria compartida. Setenta años después del final de la guerra, y casi un cuarto de siglo después del derrumbe de la URSS, esas narraciones aún son poderosas.

Durante mucho tiempo, los rusos vieron a los ucranianos como poco más que parientes paletos del campo. Las teorías sobre la etnogénesis eslava describían a los dos pueblos como hermanos nacidos del mismo vientre eslavo: los "Grandes Rusos" (es decir, los rusos propiamente dichos) por un lado y los "Pequeños Rusos" (los ucranianos) por otro. La literatura ucraniana, que empezó a emerger en el s. XIX, era vista con condescendencia como la pintoresca producción de una sociedad campesina, subordinada en esencia al canon literario de Rusia, incluso a pesar de generar poetas tan geniales como Taras Shevchenko. El hecho de que el florecimiento de la cultura nacional ucraniana fuera más fuerte en la Ucrania occidental, entonces parte del Imperio Austrohúngaro, hizo que algunos rusos rechazaran el concepto entero como un engaño anti-ruso patrocinado por fuerzas externas, una afirmación parecida a las que se oyen hoy día.

En el periodo soviético, la idea de la nacionalidad ucraniana fue vista con la misma suspicacia, pero ahora cargada además con sugerencias de que era intrínsecamente contrarrevolucionaria. En abril de 1918, al implosionar Rusia en su revolución, se instauró un régimen conservador con apoyo alemán en Kiev. Su líder, Pavlo Skoropadsky, revivió el título de Atamán, un antiguo rango militar cosaco cuyo último portador había muerto a los 112 años de edad en 1803 en un remoto monasterio ruso que los soviéticos convertirían posteriormente en un gulag. Posteriormente, en la Gran Guerra Patriótica, algunos ucranianos se unieron a los alemanes para luchar contra los Soviets, y algunos incluso se alistaron en las SS. Las acciones nacionalistas anti-soviéticas continuaron en la década de los 50, dando la base para que la memoria histórica englobe a todos los nacionalistas ucranianos, tanto los moderados como los extremistas de derechas, bajo la etiqueta de "fascistas" y "bandidos".

En la era soviética, la identidad nacional ucraniana nunca fue sometida por completo a la rusa o la soviética. Algunas veces, de hecho, resultó útil para el Estado soviético. En 1939, cuando Galitzia, Volhynia y Bucovina fueron anexionadas por la Ucrania soviética a raíz del pacto Molotov-Ribbentrop y la invasión parcial de Polonia por Stalin, el Soviet Supremo de Ucrania envió este mensaje a Stalin: "Habiendo estado dividido, habiendo estado separado por fronteras artificiales, el gran pueblo ucraniano queda reunido para siempre en una sola república ucraniana". En 1945, las afirmaciones de que Ucrania no era un vasallo soviético sino en realidad un Estado comunista independiente permitieron a Ucrania unirse a las Naciones Unidas como uno de sus miembros fundadores junto a la URSS, dándole así a Moscú un voto adicional en la ONU.

El proceso por el cual las fronteras de la moderna Ucrania fueron definidas, tanto en el oeste como en el Mar Negro, fue parte de la decidida expansión de Rusia a lo largo de tres siglos. En los s. XVIII y XIX, cuando la imaginación geopolítica rusa se obsesionó con la idea de convertir el Mar Negro en un lago ruso, y quizás llegar hasta a hacerse con el control de Constantinopla/Estambul, el Imperio Otomano fue rechazado sangrienta y repetidamente de sus reductos en la costa norte del Mar Negro. Las provincias ucranianas fueron las beneficiarias territoriales. El país se fue integrando cada vez más en la economía y la política del creciente Imperio Ruso, sirviendo como su granero y su ruta al mar.

A finales del s. XVIII, la zarina Catalina la Grande, nacida en Alemania, fundó el puerto de Odessa (y su territorio de Nueva Rusia) con la ayuda de un napolitano hispano-irlandés y, después, de un aristócrata francés. La ciudad se llenó de griegos, búlgaros y judíos. Pushkin fue enviado allí como castigo, y pronto empezó una aventura con la esposa del gobernador ruso de la ciudad. Entre incontables otros, Odessa daría origen a Trotsky y Akhmatova, dos titanes de la política y la cultura rusas, antes de convertirse en el escenario de algunas de las masacres más crueles del Holocausto.

Más al este, mediante la guerra, la colonización y la purificación étnica de su población musulmana, Crimea, el último resto de la Horda Dorada mongola, fue convertida en la mayor joya del Imperio Ruso. Como el proverbial jardín de los placeres para las últimas aventuras amorosas imperiales (como relata Anton Chekhov), y después como campamento de vacaciones de fantasía para los directores industriales soviéticos y como clave del flanco meridional de Rusia (como base de la flota del Mar Negro), Crimea quedó fijada firmemente en la geografía psicológica de los rusos como su propio patio de recreo privado. Menos de un siglo después de que los zares la conquistaran, Stalin eligió Crimea como el lugar donde redibujar una vez más el mapa de Europa en 1945.

Nueve años más tarde, cuando el antiguo jefe de partido ucraniano Khrushchev transfirió Crimea a la República Soviética de Ucrania para celebrar el tricentésimo aniversario del tratado de Pereyáslav, nadie pensaba que las fronteras internas de la Unión Soviética se acabarían convirtiendo en fronteras internacionales. Fue solo en 1991, como consecuencia de un intento de golpe de Estado (que tuvo lugar, irónicamente, mientras Mikhail Gorbachov estaba de vacaciones en Crimea), cuando la península escapó del control de Moscú mientras la superestructura soviética era desintegrada por ley.

La idea de que Crimea se convirtió en parte de una Ucrania independiente esencialmente por accidente es una verdad evangélica para los políticos rusos. Está a solo un paso de ver la posesión ucraniana de Crimea como históricamente ilegítima. Y ahí se encuentra el principio de un juego peligroso. ¿Qué ocurre después? Quizás la misma independencia de Ucrania, o la de los Estados bálticos, también se vea como la consecuencia de una serie de circunstancias históricas que a algunos les podría gustar deshacer.

¿En qué punto se convierte una preocupación por la historia en revanchismo? ¿Y hasta dónde se extiende la perspectiva histórica de uno en el pasado? Las visiones de Crimea como eternamente rusa ignoran testarudamente a la población musulmana que el poder ruso y después soviético desplazó y deportó, a veces violentamente, siempre trágicamente, y con poco reconocimiento histórico. Hasta una fecha tan tardía como los primeros años del s. XX, antes de los cataclismos que se habrían de producir, los tártaros crimeos representaban casi la mitad de la población de Crimea. Khruschev reconoció la deportación de los tártaros como uno de los crímenes de Stalin en su famoso discurso de 1956 ante el 20º Congreso del Partido. Hasta los años noventa no pudieron regresar muchos de ellos.

La versión rusa de la historia de Ucrania, envuelta en su propia narración de alzamiento y caída de un imperio, desde los Romanov hasta los Soviets, ayuda a explicar la actitud de Moscú hacia su vecino del sur; no en términos de intereses objetivos, aunque estos son bien ciertos, sino en términos emocionales, de quién tiene razón y quién no. Lo que empeora el asunto, desde la perspectiva rusa, es que los ucranianos ya no comparten su interpretación de su historia. El pasado se ve de forma diferente estos días desde Kiev (y aún más desde Leópolis/Lviv). Los ucranianos, en lugar de apreciar su papel de apoyo dentro de la grandeza geopolítica rusa (lo que en esencia significa el poder y el prestigio del Estado), han llegado a apreciar otras narraciones alternativas de su historia que giran en torno a la libertad y la resistencia. Redescubrir su pasado ha sido una parte crítica de la afirmación de la independencia ucraniana. Aceptar la posibilidad de que haya múltiples historias, no solo una versión, es un distintivo de la democracia, que ahora es vital.

Episodios antaño vistos como el pegamento histórico de la relación ruso-ucraniana se han visto disputados. Mientras que los rusos tienden a ver el tratado de Pereyáslav de 1654 como un momento de reunificación de los pueblos ruso y ucraniano, muchos ucranianos ven el mismo tratado como una alianza temporal entre líderes militares que después los rusos interpretaron a su conveniencia. En 2009, en el 300º aniversario de la Batalla de Poltava (quizás la batalla más importante de Rusia en el s. XVIII), el entonces presidente de Ucrania Viktor Yuschenko fue bombardeado por Rusia por sugerir que los ucranianos que lucharon junto a los suecos contra las victoriosas fuerzas del zar Pedro el Grande eran auténticos patriotas.

De un modo similar, mientras que las hambrunas de principios del s. XX solían ser vistas como una experiencia de sufrimiento común a todas las regiones soviéticas, e incluso como parte de la forja del milagro industrial soviético, algunos argumentan ahora que las hambrunas fueron, de hecho, un asalto moscovita dirigido contra los ucranianos en particular. Algunos llegan hasta a afirmar que había intenciones genocidas tras esto. La incorporación de la Ucrania occidental a la Unión Soviética en 1939 aún puede ser vista del modo tradicional: como la reunificación de Ucrania bajo liderazgo soviético. Pero para los ancianos pensionistas de Leópolis, y cada vez más para sus nietos, puede ser recordada como el principio de una ocupación rusa de 50 años. Y mientras que los nacionalistas ucranianos de la Gran Guerra Patriótica solían ser rotundamente condenados como nada más que escoria oportunista, antisemita y fascista (y sin duda alguna varios lo eran), algunos elementos más sabrosos pueden ser rehabilitados ahora, como en los Estados bálticos, describiéndolos como patriotas atrapados entre los totalitarismos equivalentes del nazismo y el comunismo. Algunos ucranianos hacen lo que para muchos rusos es una comparación sacrílega, igualando a Putin con Hitler.

Tanto para los rusos como para los ucranianos, la interpretación de la historia ucraniana es personal. Como en todas las tierras fronterizas, las contradicciones y complejidades del enmarañado pasado son reproducidas una y otra vez en las historias de las familias y en las identidades de los individuos. Para los gobiernos de Moscú y Kiev, la historia también es política. Los relatos del pasado pueden ser manipulados para justificar, rechazar o defender diferentes rumbos de acción en el presente. La historia puede ser una herramienta influyente, incluso una guerra psicológica a largo plazo, usada para manipular el aquí y el ahora, para añadir resonancias emocionales a imperativos geopolíticos o a afirmaciones de legitimidad política.

Dicho sin rodeos, la historia puede ser una especie de territorio. En Ucrania, no es solo la tierra del país lo que se está disputando. También lo es el pasado del país. Si Rusia y Ucrania van a vivir como vecinas respetuosas la una junto a la otra, tendrán que encontrar también una forma de vivir con el pasado de cada una.

viernes, 21 de febrero de 2014

El naufragio más antiguo del Océano Índico

Mapa de la localización del yacimiento y sus alrededores en Godavaya, Sri Lanka.

El naufragio más antiguo conocido del Océano Índico ha yacido en el lecho marino frente a la costa meridional de Sri Lanka durante unos 2000 años. Hace apenas un par de semanas que los arqueólogos submarinistas han empezado una excavación del yacimiento que llevará meses, en busca de pistas sobre el comercio entre Roma y Asia durante la antigüedad.

El pecio se encuentra a 33 metros bajo la superficie del océano, justo enfrente del poblado pesquero de Godavaya, donde unos arqueólogos alemanes descubrieron en la década de los 90 un puerto que era importante en la Ruta de la Seda marítima durante el s. II d. C.

El navío hundido, descubierto hace solo una década, no se parece al casco esquelético típico. En vez de eso, los arqueólogos se enfrentan a un montículo endurecido de barras de metal corroídas y antigua carga dispersa, incluyendo lingotes de vidrio y cerámica, que han rodado por el fondo oceánico durante cientos de años empujados por fuertes corrientes y quizás incluso algún tsunami. En consecuencia, todo está bastante roto, afirmó Deborah Carlson, presidenta del Instituto de Arqueología Náutica de la Universidad A&M de Texas, que dirige la expedición al pecio de Godavaya con colegas de los Estados Unidos, Sri Lanka y Francia. Pero por revuelto que esté, el barco hundido podría cubrir un hueco en las pruebas conservadas del comercio que llevaba metales y lujos exóticos como la seda de Asia al mundo romano.

Godavaya, nexo comercial clave

Ejemplo de cerámica encontrada en el pecio de Godavaya.
El área de Godavaya ha estado habitada desde hace unos 7000 años. En agosto de 2008, se descubrió un esqueleto humano del 5000-3000 a. C. (aún no ha sido datado por C14) en una cantera abandonada, junto con herramientas de piedra y hueso. En honor del descubridor del yacimiento, el arqueólogo alemán Oliver Kessler, los esqueletos fueron llamados Olli 1-3.

El asentamiento de Goda Pavata Pattana se encontraba en la península situada entre el puerto interior sobre el río Walawe y el puerto marítimo de la bahía de Godavaya. El comercio era un componente importante en la economía de la antigua Sri Lanja, y Godavaya fue un asentamiento costero importante del reino de Ruhuna.

El puerto de Godavaya es probablemente anterior a una inscripción en brahmi de un rey Gamani Abaya del s. II d. C., probablemente Gajabahu I, que afirma que los pagos aduaneros obtenidos allí estaban dedicados al monasterio budista, el Godapavata Vihara. Sin embargo, en el capítulo sobre “Los Doce Reyes” del Mahawamsa se sostiene que el vihara de Gotapabbata era uno de los siete monasterios que Mahallaka Naga construyó tras la muerte de su yerno Gajabahu.

En la antigüedad, Sri Lanka exportaba granates oscuros, que han sido encontrados decorando objetos funerarios en muchas tumbas europeas de principios de la Edad Media. Una investigación reciente ha mostrado que la mayoría de esos granates procedían de la India y Sri Lanka. Godavaya tenía fácil acceso a través del río Walawe a la zona de minas de gemas de la cuenca de Walawe, que es una fuente de granates.

Hasta el s. VI, Godavaya fue un puerto de tránsito importante. Los barcos que traían mercancías de Occidente intercambiaban bienes con los que venían de China cargados de seda. Así, las naves no necesitaban ir más allá de Godavaya. También se intercambiaban artículos comerciales en la ruta fluvial del Walawe y por otras sendas terrestres.

Godavaya fue el puerto de la capital meridional del s. XI, Maha Nagakula, que se encontraba a orillas del río Walawe.

A partir de 1994, un equipo de arqueólogos alemanes de la Universidad de Bonn, dirigidos primero por el difunto doctor Helmut Roth, después por el Dr. Udo Recker (1994-6) y finalmente por Oliver Kessler (a partir de 1997), llevó a cabo unas excavaciones en Godavaya colaborando con el Departamento Arqueológico de Sri Lanka (bajo el mando de su Director General, el Dr. W. H. Wijeyapala) y el DAI (Instituto Arqueológico Alemán). Desenterraron pruebas de la importancia de Godavaya en la Ruta de la Seda marítima, revelando conexiones con China al este y con el Mar Rojo y el Mediterráneo al oeste.

Entre los hallazgos se encuentran:
  • Cerámica persa sasánida y china.
  • Monedas romanas.
  • Cuentas y brazaletes.
  • Ladrillos con marcas gremiales en forma de O.
  • Un antiguo muelle de desembarco construido con pilares de piedra de hasta 3’5 m. de altura.
  • Una gran ancla de piedra descubierta bajo el agua.
Los eruditos creen que el comercio entre Oriente y Occidente se intensificó después de que Roma se anexionase Egipto en el s. I a. C., obteniendo acceso al Mar Rojo y a través de este al Océano Índico. Las rutas comerciales están documentadas en fuentes literarias e históricas, afirmó Carlson, tales como el Periplo del Mar Rojo, un manual en griego del s. I d. C. que explica a los marineros que zarpan del Mediterráneo y el Mar Rojo a dónde ir en el Océano Índico y que llevar, comprar y vender. Solo faltan las naves que realizaban dicho comercio.

Carlson dijo que probablemente no encontrarían ninguna prueba definitiva de que el barco condenado se dirigía a Roma (como probablemente tampoco podrán decir cómo encontró su fin la embarcación, aunque Carlson, que describió las corrientes que impidieron muchos de los intentos de inmersión del equipo el año pasado como "infames", sospecha que el agitado mar tuvo que ver con ello). Pero los descubrimientos en la nave hundida podrían al menos ayudar a ilustrar el papel de Sri Lanka como "eje" de este comercio, ya que muchos de los bienes que pasaban por la isla alcanzaban el Mediterráneo, aseveró Carlson.

Estado del pecio

Imagen del montículo de restos del barco hundido.
Los primeros rastros del naufragio de Godavaya fueron descubiertos en 2003, cuando un pescador local se sumergió en el sitio y regresó con artefactos antiguos, incluyendo una piedra de amolar con forma de banqueta o mesita. Piedras parecidas se han encontrado en stupas budistas ricas en reliquias, dijo Carlson.

Carlson vio por primera vez el pecio en persona en 2010. Ella y sus colegas documentaron parcialmente los restos en tres campañas exploratorias sucesivas entre 2011 y 2013. La mayor parte de los objetos encontrados alrededor del barco hasta el momento parecen productos locales, muchos de ellos sin elaborar. Hay más piedras de amolar de aspecto budista, lingotes de hierro y cobre (o lo que queda de ellos tras la corrosión) y lingotes de vidrio verde-azulado y negro, que se originaron en la costa tamil del sur de la India y que habrían sido fundidos para crear nuevos recipientes.

Para determinar la edad de la nave, Carlson y su equipo tomaron tres muestras de delicada madera atrapada en el montículo y las enviaron a dos laboratorios distintos para su análisis. Los fragmentos de madera, probablemente restos del antiguo buque, datan al menos del s. I a. C. o d. C.

"Era bastante escéptica cuando vi este pecio por primera vez en 2010. Creí que no había forma de que esta cosa fuese antigua", dijo Carlson. "Pero tomamos estas muestras de madera y me quedé algo pasmada al recibir los resultados."

La arqueóloga submarina Deborah Carlson, que dirige el equipo de excavación.
El montículo cubre un área de unos 6 x 6 metros, aunque el equipo ha sido incapaz de determinar exactamente dónde empieza y dónde acaba exactamente el naufragio durante sus cortas exploraciones del yacimiento. Este año tendrán más tiempo para investigar: si el tiempo lo permite, el equipo espera empezar a sumergirse a mediados de este mes y continuar trabajando hasta mayo.

Además de determinar una silueta sólida del pecio, Carlson espera que ella y sus compañeros sean capaces de asegurar un pedazo del montículo submarino, subirlo a la superficie y tamizar su contenido en una piscina, buscando monedas, posesiones personales y cualquier otra cosa atrapada en el sedimento. A partir de jarras cerradas de cerámica, el equipo podría incluso ser capaz de recuperar antiguos materiales botánicos, como polen, que podría indicar en qué época del año estaba navegando el barco.

El proyecto ha recibido financiación de la Donación Nacional para las Humanidades. Además de sus colegas del Instituto de Arqueología Náutica, Carlson está colaborando con investigadores del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, la Universidad de California, Berkeley y el Departamento de Arqueología de Sri Lanka.

Fuentes

martes, 4 de febrero de 2014

Ritos Lupinos del Invierno

Los arqueólogos encontraron huesos cortados de perro y lobo dispersos por el pequeño asentamiento de la Edad del Bronce de Krasnosamarskoye, Rusia.

Hace unos 4000 años, en las estepas al norte del Mar Negro, un pueblo nómada empezó a asentarse en pequeñas comunidades. Conocido hoy día como la Cultura de las Tumbas de Madera, este pueblo nos dejó más de mil yacimientos. Uno de ellos se llama Krasnosamarskoye, y el arqueólogo David Anthony del Hartwick College tenía grandes esperanzas puestas en él cuando empezó a excavarlo a finales de los noventa. Anthony esperaba poder descubrir por qué la gente de esta región empezó a establecer sus primeros hogares permanentes. Pero desde entonces él y su equipo han descubierto que Krasnosamarskoye tenía una historia muy distinta que contar: el yacimiento contenía los restos de docenas de perros y lobos descuartizados, muchos más que en ningún otro yacimiento comparable.

Nerissa Russell, la arqueozoólogoa del proyecto, dice: "Recuerdo haber dicho al principio de la excavación que estábamos encontrando muchos huesos de perro. Pero no tenía ni idea de lo importantes que resultarían ser." Cuando el equipo se puso a trabajar en el análisis de todos los huesos de animal en el laboratorio, identificaron los restos de unos 51 perros y siete lobos, así como siete caninos que no pudieron ser clasificados con seguridad. En otros yacimientos de la Cultura de las Tumbas de Madera, los huesos de perro y lobo nunca superan el 3% del total de huesos animales encontrados. En Krasnosamarskoye, componían más del 30%. "No conozco ningún otro yacimiento en el mundo con un porcentaje tan alto de huesos de perro", dice Russell. Ella y su equipo descubrieron que la mayoría de los perros eran inusualmente longevos, de hasta doce años de edad en algunos casos, lo que significa que probablemente no eran criados para ser comidos. "¿Eran mascotas queridas, perros de caza, o parias? No lo sabemos," dice. "Pero son tan viejos que estos perros habían acompañado a estas gentes y establecido algún tipo de relación con ellas."

Piezas de cráneo de perro del yacimiento fueron cortadas en trozos pequeños y estandarizados con un posible significado ritual.

Para aumentar el misterio, los huesos estaban cortados de una forma inusual y sistemática que no se parecía a las prácticas habituales de carnicería. El hocico era dividido en tres pedazos y el resto del cráneo era partido en fragmentos geométricos de solo una pulgada de largo. Nadie habría hecho esos cortes solo para sacar la carne de los huesos.

Anthony y su esposa, la arqueóloga Dorcas Brown, sabían que era un descubrimiento único. Brown, en particular, sospechaba que los cánidos eran probablemente sacrificados allí como parte de un ritual y decidió examinar la literatura historiográfica sobre rituales relacionados con perros. Lo que descubrió era que había todo un historial de trabajo sobre esas antiguas prácticas. En una jugada inusual para los arqueólogos prehistóricos, decidieron consultar a los lingüistas históricos y a las antiguas tradiciones literarias para entender mejor el registro arqueológico.

Una placa vikinga de bronce del s. VI d. C. representa a una figura con casco que podría ser el dios Odín bailando con un guerrero que viste una máscara de lobo.

Sabían que la gente que vivía en Krasnosamarskoye hablaba con casi total seguridad una lengua indoeuropea. Esta enorme familia lingüística comprende hoy día a casi todos los idiomas europeos y a muchos de los asiáticos, como el hindi. Todos ellos son "hijos" de una lengua que probablemente se hablaba en las estepas euroasiáticas entre el 4500 y el 2500 a. C. Los lingüistas históricos lo llaman Protoindoeuropeo. Comparando palabras de todas las lenguas indoeuropeas antiguas y modernas, han sido capaces de reconstruir una gran cantidad del vocabulario de esta lengua largo tiempo muerta. No solo han recuperado (y rastreado a través de estas antiguas culturas indoeuropeas) términos tan variados como las palabras "padre", "cabeza" y "trueno", sino que también pueden sacar deducciones sobre estas culturas a partir de ese vocabulario.

A pesar del colorido cuadro de la vida antigua que se puede obtener de esta forma, muchos arqueólogos dudan en confiar en las raíces de palabras y conceptos del Protoindoeuropeo. "Esta es la clase de información que los arqueólogos prehistóricos normalmente matarían por tener", dice Anthony, "pero generalmente se distancian de la lingüística indoeuropea porque no ven cómo pueden combinar las dos clases de datos." Anthony ha pasado buena parte de su carrera intentando convencer a sus colegas de que los esfuerzos de los lingüistas y mitólogos no deberían ser ignorados. "Estoy interesado en combinar las pruebas lingüísticas y mitológicas con las arqueológicas", dice. "Estas raíces contienen información sobre el parentesco, los sistemas de honor y deuda, el poder y las festividades. Deberíamos estar minando este vocabulario para averiguar qué pasaba por sus cabezas."

Así, sin haber consultado estas fuentes lingüísticas, muchos arqueólogos se habrían dado por satisfechos sabiendo simplemente que los perros habían sido sacrificados. Pero la pasión de Brown y Anthony por aplicar las pruebas lingüísticas a los descubrimientos arqueológicos les hizo profundizar. "Creo que es una suerte que fuéramos nosotros quienes excavamos el yacimiento", dice Anthony.

Brown siguió investigando la literatura sobre las ceremonias indoeuropeas en busca de información sobre perros que pudiese arrojar pistas sobre qué clase de ritual estaba siendo practicado en Krasnosamarskoye. Descubrió que los lingüistas históricos y los mitólogos asociaban desde hacía mucho el sacrificio de perros a una importante tradición de los antiguos indoeuropeos: las partidas de guerra errantes juveniles.

En las tradiciones de los antiguos celtas, germanos, griegos e indo-iranios, los hombres jóvenes solían abandonar sus familias para formar sociedades guerreras. "Estos eran chicos jóvenes al borde de la sociedad que de vez en cuando robaban vacas, y uno preferiría que se largaran a robar las vacas de otro", dice Anthony. "Así que eran expulsados de sus grupos sociales y enviados a saquear otras comunidades." En las tradiciones germánicas, estas bandas de jóvenes guerreros se contemplaban a sí mismas como manadas de lobos. Un famoso mito sobre el héroe Sigfrido describe cómo él se viste con una piel de perro para ir de incursión con su sobrino, al que está instruyendo como guerrero. En el Rigveda, un antiguo texto en sánscrito compuesto en algún momento anterior al 1000 a. C., los hombres jóvenes solo podían convertirse en guerreros tras sacrificar un perro en una ceremonia invernal y vestir su piel durante cuatro años, la cual quemaban a su regreso a la sociedad.

Estas enigmáticas estelas datadas en torno al 1300-1000 a. C. fueron halladas en una tumba cerca de Nivik, Suecia. Una (la segunda por la izquierda) podría representar a un duradero rito iniciático indoeuropeo llevado a cabo por los chicos que accedían a la clase guerrera. A lo largo de la base, ocho figuras encapuchadas siguen a un líder. El número ocho pudo haber tenido algún significado especial para las partidas de guerra juveniles indoeuropeas.

La institución de las bandas guerreras juveniles dedicadas a las incursiones estacionales está tan extendida en las culturas indoeuropeas que los lingüistas históricos y mitólogos concluyeron que tenía que haber sido una gran tradición protoindoeuropea, y que estos jóvenes se convertían en guerreros durante un ritual a mediados del invierno que incluía el sacrificio de perros. Los lingüistas incluso reconstruyeron la palabra protoindoeuropea para estas partidas de guerra: koryos. Pero, como muchas palabras e ideas protoindoeuropeas reconstruidas, faltaban pruebas físicas que demostrasen que las koryos recorrían las estepas euroasiáticas hace miles de años. Anthony y Brown, no obstante, debido al enorme número de huesos de perro y lobo del yacimiento, sospechaban fuertemente que Krasnosamarskoye podría ser de hecho uno de estos lugares de iniciación invernal de las koryos. Pero necesitaban demostrar que esta tradición reconstruida existía hace 4000 años.

Tras enviar los dientes caninos del yacimiento a la arqueozoóloga Anne Pike-Tay, que estudia las bandas de crecimiento en los dientes para determinar en qué estación morían los animales, la última pieza del puzle encajó en su sitio: fue capaz de determinar la estación de la muerte de 17 de los cánidos, y descubrió que 16 de ellos murieron en invierno. Las vacas sacrificadas en Krasnosamarskoye, por contra, morían a lo largo de todo el año. Para Anthony y Brown esta era una prueba poderosa de que las koryos existían cientos de años antes de que fuesen mencionadas por primera vez en el Rigveda.

Del mismo modo que las bandas itinerantes de jóvenes incursores jugaban un papel importante en las sociedades indoeuropeas posteriores, Anthony cree que habrían sido clave para la Cultura de las Tumbas de Madera. "Era una forma organizada no solo de controlar a jóvenes potencialmente peligrosos", dice, "sino que también era una manera de expandirse y obtener riqueza." De hecho, Anthony cree que las koryos podrían ayudar a explicar por qué las lenguas indoeuropeas se extendieron con tanto éxito. Las anteriores generaciones de estudiosos imaginaban hordas de indoeuropeos subidos en carros extendiendo sus lenguas por Europa y Asia a punta de espada. Pero Anthony cree que el indoeuropeo se extendió mediante una difundida imitación de las costumbres indoeuropeas, que incluían, por ejemplo, celebrar festines para establecer fuertes redes sociales. Las koryos simplemente habrían sido otro rasgo más de la vida indoeuropea que otros pueblos admiraron y adoptaron, junto con los propios lenguajes.

Cerca de un fortín celta en Francia, un enterramiento de hacia el 100 d. C. contenía los restos de ocho hombres y ocho caballos. El arqueólogo David Anthony cree que en la tradición indoeuropea, ocho guerreros habrían sido la composición idónea de una partida de guerra juvenil.

Desde que él y Brown empezaron a seguir la pista lingüística de las koryos, Anthony se ha encontrado otros rompecabezas tanto en el registro arqueológico como en los textos que podrían llegar a ser resueltos de una forma similar. En particular, cree que puede haber una significativa relación entre las bandas guerreras y el número ocho, ya que aparece frecuentemente. "En los textos indios de la Edad del Hierro, los chicos tienen ocho años cuando empiezan a entrenarse, y a los dieciséis son iniciados en la casta guerrera", dice Anthony. "En el mito de Sigfrido", continúa, "el héroe le dice a su sobrino que no le llame si no es atacado por más de siete hombres... osea, ocho." En una tumba de 3000 años de antigüedad de la Edad del Bronce en Kivik, Suecia, las estelas que se delimitan el interior de la cámara funeraria presentan una representación de ocho figuras encapuchadas siguiendo a un líder. "Esa podría ser una imagen de una ceremonia de iniciación", dice Anthony. En un asentamiento celta de Francia datado cerca del 100 d. C., ocho caballos y ocho hombres fueron enterrados juntos. Quizás, plantea Anthony, las koryos eran grupos idealmente de ocho jóvenes, y esa unidad básica de guerreros perduró durante largo tiempo.

Anthony espera ahora que llegue un momento en el que los arqueólogos busquen usar las pruebas lingüísticas y literarias para entender el pasado prehistórico en formas mucho más sutiles que las que ya conocen. Hace notar, por ejemplo, que koryos no es el único término para banda guerrera en el Protoindoeuropeo reconstruido. Hay otra palabra que aparentemente se usaba para referirse a un grupo mayor de guerreros que incluía a todos los adultos de una comunidad, una agrupación seguramente muy distinta. "Estos tipos de distinciones", dice, "son imposibles de sacar a la luz con una pala. No hemos hecho más que empezar a usar la información del vocabulario protoindoeuropeo para entender a la gente que lo hablaba."

Fuentes


Extraído y traducido de http://www.archaeology.org/issues/issues/1309/features/timber-grave-culture-krasnosamarskoe-bronze-age. Artículo escrito por Eric A. Powell.

lunes, 3 de febrero de 2014

Broche celta robado por vikingos descubierto en un museo

El broche céltico robado por los vikingos y redescubierto en la colección del museo.

Un tesoro céltico saqueado por los vikingos hace más de mil años ha sido descubierto en los almacenes del Museo Británico. Un ornamentado broche en forma de disco bañado en oro del s. VIII o IX d. C. fue hallado por accidente y está siendo descrito como "un hallazgo impactante". Nadie sabía de su existencia hasta ahora.

Había quedado oculto en un trozo de material orgánico tomado de la excavación de un yacimiento funerario vikingo en Lilleberge (Noruega) por un arqueólogo británico en los años ochenta del s. XIX y adquirido por el Museo Británico en 1891.

El procurador Barry Ager, especialista en vikingos, estaba examinando atentamente algunos artefactos antes de la visita de un noruego que estaba investigando el yacimiento cuando le llamó la atención un trozo de metal que asomaba por un lado de la muestra orgánica.

Intrigado, le pidió al departamento de conservación que lo radiografiase. "En ese momento, no sabía en absoluto qué había dentro", dijo. "Fue un hallazgo impactante. Resultó, sorprendentemente, que era este disco celta... Es extremadamente excitante... Es un ejemplo muy raro de este tipo de objetos en la colección... Muestra el contacto entre las Islas Británicas y Noruega en el periodo vikingo: los objetos eran saqueados como botín en este país y traídos en el viaje de regreso."

Cree que fue fabricado originalmente en Irlanda o Escocia, que vino de un santuario o relicario, y que los vikingos lo convirtieron en un broche añadiéndole remaches y un alfiler. El broche, de casi 6 cm de diámetro, había estado enterrado en la tumba de una mujer vikinga de alto estatus. Aún quedan amplios restos del baño de oro en la superficie superior y su elaborado diseño incluye tres criaturas similares a delfines y patrones entrelazados.

"Los patrones, el cuadrilóbulo del círculo central y la forma de las cabezas de los 'delfines' tienen paralelos claros con la metalurgia céltica y los manuscritos del s. VIII y principios del IX, como el Broche de Tara y el Libro de Mac Regol", dijo Ager.

Describió la artesanía como "muy fina" y dijo que los vikingos valoraban los objetos llamativos: "Los propios vikingos tenían mucha habilidad trabajando el metal, así que estoy seguro de que es algo que atraería la mirada de un vikingo."

Otros artefactos traídos al museo desde ese enterramiento incluían dos broches ovales y tiras de cuentas. También había una rueda de huso y una placa de hueso de ballena, que podría haber sido usada como bandeja para la comida en los festines.

"La costumbre era enterrar a la persona con sus posesiones personales. Eran paganos en aquella época, así que era parte del rito funerario vikingo estándar", explicó Ager.

El yacimiento estaba en un campo de tumbas marcadas por grandes túmulos. La excavación del s. XIX fue llevada a cabo por Alfred Heneage Cocks, un arqueólogo británico, en el tiempo libre que le quedaba entre cazar y pescar en Noruega. Registró sus progresos en un diario. Al describir el momento en que descubrió la rueda de huso, escribió: "A esta la partió mi cuchillo desafortunadamente antes de que la viese: era tan blanda como el más blando queso." Afortunadamente también se quedó con algunos pedazos de material orgánico, dijo Ager.

Aún hay que hacer una investigación extensa. La madera de esa muestra le hace sospechar que se trata de los restos de una caja en la que podría haber estado guardado el broche. Las pruebas podrían determinar si procede de las Islas Británicas.

La extracción del broche fue un proceso laborioso que implicó el uso hasta de escalpelos, ya que los conservadores querían preservar un raro ejemplo de tejido vikingo. Este también será sometido a estudio, aunque los expertos ya han detectado tres tipos diferentes, incluyendo un patrón en espiguilla.

El broche será expuesto a partir del 27 de marzo en la Sala 41 (Sutton Hoo y Europa 300-1100 d. C.), que relata un periodo formativo de la historia europea. Una gran exposición, Vikings: Life and Legend, que se centra en el periodo central de la Era Vikinga desde finales del s. VIII hasta principios del s. XI, incluirá los restos de un drakkar vikingo de 37 metros (el más largo jamás encontrado y nunca antes visto en el Reino Unido) dura desde el 6 de marzo al 22 de junio.

Fuentes

Extraído y traducido de The Guardian - The Observer.

miércoles, 22 de enero de 2014

Los cartagineses sí sacrificaban niños

Un tofet a las afueras de Cartago, una parte especial de un cementerio dedicada al enterramiento de niños, según Josephine Quinn. Fotógrafa: Josephine Quinn.

Justo como insistían los propagandistas griegos y romanos, los cartagineses sí mataban a sus propios niños, enterrándolos con animales sacrificados e inscripciones rituales en cementerios especiales para agradecer favores de los dioses, según un nuevo estudio.

"Esto es algo que se rechaza como propaganda difamatoria porque en los tiempos modernos la gente simplemente no quería creerlo", dijo Josephine Quinn, una lectora de Historia Antigua en Oxford que ha trabajado junto a colegas internacionales en este estudio de uno de los temas más amargamente debatidos de la Arqueología Clásica.

"Pero cuando reúnes todas las pruebas (arqueológicas, epigráficas y literarias) son aplastantes y, creemos, concluyentes: sí mataban a sus hijos, y por lo que indican las inscripciones, no solo como una ofrenda por futuros favores sino cumpliendo una promesa hecha con anterioridad. Esto no era un suceso común, y debió tener lugar solo entre una élite porque la cremación era muy cara, igual que el ritual de enterramiento. Podría haber sido visto incluso como un acto filantrópico por el bien de toda la comunidad."

La discusión sobre el tema ha estado activa desde que los cementerios conocidos como tofets (en referencia a la descripción bíblica de un lugar de sacrificio) fueron excavados a principios del s. XX a las afueras de Cartago (Túnez), y después en otros yacimientos cartagineses de Sicilia y Cerdeña. Las tumbas contenían diminutos huesos cremados cuidadosamente guardados en urnas, enterrados bajo lápidas que daban gracias a los dioses. Uno tiene una talla que ha sido interpretada como un sacerdote portando el cuerpo de un niño pequeño. Algunos arqueólogos e historiadores vieron los hallazgos como la prueba que demostraba los antiguos relatos de sacrificio infantil; otros insistieron en que mostraban un tierno respeto por los hijos queridos que morían antes o poco después de morir.

Quinn y sus colegas, un grupo de arqueólogos e historiadores púnicos de Italia y Holanda, que publican sus hallazgos en la revista Antiquity (donde el debate ha seguido rumiándose durante varios años), rechazan completamente esa última teoría.

"Las inscripciones no dejan lugar a dudas: una y otra vez encontramos la explicación de que los dioses 'escucharon mi voz y me bendijeron'. No puede ser que tantos niños murieran casualmente en el momento adecuado para convertirse en una ofrenda, y en cualquier caso un niño enfermizo o muerto sería una ofrenda bastante pobre si ya te preocupa que los dioses la rechacen. Después está el hecho de que los animales de los yacimientos, que incuestionablemente eran ofrendas sacrificiales, están enterrados exactamente de la misma forma, a veces en las mismas urnas que los huesos de los niños."

Aunque se hallaron cientos de restos, eran demasiado pocos para representar a todos los niños abortados y muertos al poco de nacer en Cartago. Según Quinn, había quizá unos 25 enterramientos así al año en una ciudad de quizá 500.000 habitantes.

El historiador romano Diodoro y otros historiadores antiguos dieron descripciones gráficas del sacrificio infantil cartaginés: "Había en su ciudad una imagen en bronce de Cronos, extendiendo sus manos con las palmas hacia arriba e inclinadas hacia el suelo, de forma que los niños cuando eran colocados sobre ellas rodaban hacia abajo y caían en una especie de fosa llena de fuego."

Diodoro llegó a decir que algunos ciudadanos que compraban niños a los pobres y los criaba especialmente para sacrificarlos creían que habían sufrido desgracias por no haber sacrificado a su propia descendencia.

La discusión ha sido apasionada durante años, llegando a darse el caso de que los científicos alcanzaban conclusiones opuestas a partir de los mismos fragmentos de hueso: hace cuatro años un grupo de investigadores publicó un artículo diciendo que los restos cremados no indicaban un sacrificio infantil.

Ahora, en la misma entrega que la investigación de Quinn, Antiquity publica un nuevo artículo sobre los mismos huesos, insistiendo en que el anterior estudio se equivocó al estudiarlos y por tanto sobrestimó enormemente el número de niños muertos antes de nacer sobre el de los que eran asesinados en su infancia.

Quinn dijo que muchos de sus colegas académicos se quedaron en shock por sus conclusiones.

"El sentimiento de que algún tabú definitivo está siendo roto es muy fuerte. Fue impactante ver lo a menudo que mis colegas, cuando me preguntaban en qué estaba trabajando, reaccionaban con horror y decían 'Oh no, eso es imposible, tienes que haberte equivocado'. Nos gusta pensar que estamos bastante cerca del mundo antiguo, que eran realmente como nosotros; la verdad, me temo, es que realmente no lo eran."

Fuentes


Extraído y traducido de The Guardian. Artículo por Maev Kennedy.