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lunes, 3 de febrero de 2014

Broche celta robado por vikingos descubierto en un museo

El broche céltico robado por los vikingos y redescubierto en la colección del museo.

Un tesoro céltico saqueado por los vikingos hace más de mil años ha sido descubierto en los almacenes del Museo Británico. Un ornamentado broche en forma de disco bañado en oro del s. VIII o IX d. C. fue hallado por accidente y está siendo descrito como "un hallazgo impactante". Nadie sabía de su existencia hasta ahora.

Había quedado oculto en un trozo de material orgánico tomado de la excavación de un yacimiento funerario vikingo en Lilleberge (Noruega) por un arqueólogo británico en los años ochenta del s. XIX y adquirido por el Museo Británico en 1891.

El procurador Barry Ager, especialista en vikingos, estaba examinando atentamente algunos artefactos antes de la visita de un noruego que estaba investigando el yacimiento cuando le llamó la atención un trozo de metal que asomaba por un lado de la muestra orgánica.

Intrigado, le pidió al departamento de conservación que lo radiografiase. "En ese momento, no sabía en absoluto qué había dentro", dijo. "Fue un hallazgo impactante. Resultó, sorprendentemente, que era este disco celta... Es extremadamente excitante... Es un ejemplo muy raro de este tipo de objetos en la colección... Muestra el contacto entre las Islas Británicas y Noruega en el periodo vikingo: los objetos eran saqueados como botín en este país y traídos en el viaje de regreso."

Cree que fue fabricado originalmente en Irlanda o Escocia, que vino de un santuario o relicario, y que los vikingos lo convirtieron en un broche añadiéndole remaches y un alfiler. El broche, de casi 6 cm de diámetro, había estado enterrado en la tumba de una mujer vikinga de alto estatus. Aún quedan amplios restos del baño de oro en la superficie superior y su elaborado diseño incluye tres criaturas similares a delfines y patrones entrelazados.

"Los patrones, el cuadrilóbulo del círculo central y la forma de las cabezas de los 'delfines' tienen paralelos claros con la metalurgia céltica y los manuscritos del s. VIII y principios del IX, como el Broche de Tara y el Libro de Mac Regol", dijo Ager.

Describió la artesanía como "muy fina" y dijo que los vikingos valoraban los objetos llamativos: "Los propios vikingos tenían mucha habilidad trabajando el metal, así que estoy seguro de que es algo que atraería la mirada de un vikingo."

Otros artefactos traídos al museo desde ese enterramiento incluían dos broches ovales y tiras de cuentas. También había una rueda de huso y una placa de hueso de ballena, que podría haber sido usada como bandeja para la comida en los festines.

"La costumbre era enterrar a la persona con sus posesiones personales. Eran paganos en aquella época, así que era parte del rito funerario vikingo estándar", explicó Ager.

El yacimiento estaba en un campo de tumbas marcadas por grandes túmulos. La excavación del s. XIX fue llevada a cabo por Alfred Heneage Cocks, un arqueólogo británico, en el tiempo libre que le quedaba entre cazar y pescar en Noruega. Registró sus progresos en un diario. Al describir el momento en que descubrió la rueda de huso, escribió: "A esta la partió mi cuchillo desafortunadamente antes de que la viese: era tan blanda como el más blando queso." Afortunadamente también se quedó con algunos pedazos de material orgánico, dijo Ager.

Aún hay que hacer una investigación extensa. La madera de esa muestra le hace sospechar que se trata de los restos de una caja en la que podría haber estado guardado el broche. Las pruebas podrían determinar si procede de las Islas Británicas.

La extracción del broche fue un proceso laborioso que implicó el uso hasta de escalpelos, ya que los conservadores querían preservar un raro ejemplo de tejido vikingo. Este también será sometido a estudio, aunque los expertos ya han detectado tres tipos diferentes, incluyendo un patrón en espiguilla.

El broche será expuesto a partir del 27 de marzo en la Sala 41 (Sutton Hoo y Europa 300-1100 d. C.), que relata un periodo formativo de la historia europea. Una gran exposición, Vikings: Life and Legend, que se centra en el periodo central de la Era Vikinga desde finales del s. VIII hasta principios del s. XI, incluirá los restos de un drakkar vikingo de 37 metros (el más largo jamás encontrado y nunca antes visto en el Reino Unido) dura desde el 6 de marzo al 22 de junio.

Fuentes

Extraído y traducido de The Guardian - The Observer.

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