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viernes, 21 de febrero de 2014

El naufragio más antiguo del Océano Índico

Mapa de la localización del yacimiento y sus alrededores en Godavaya, Sri Lanka.

El naufragio más antiguo conocido del Océano Índico ha yacido en el lecho marino frente a la costa meridional de Sri Lanka durante unos 2000 años. Hace apenas un par de semanas que los arqueólogos submarinistas han empezado una excavación del yacimiento que llevará meses, en busca de pistas sobre el comercio entre Roma y Asia durante la antigüedad.

El pecio se encuentra a 33 metros bajo la superficie del océano, justo enfrente del poblado pesquero de Godavaya, donde unos arqueólogos alemanes descubrieron en la década de los 90 un puerto que era importante en la Ruta de la Seda marítima durante el s. II d. C.

El navío hundido, descubierto hace solo una década, no se parece al casco esquelético típico. En vez de eso, los arqueólogos se enfrentan a un montículo endurecido de barras de metal corroídas y antigua carga dispersa, incluyendo lingotes de vidrio y cerámica, que han rodado por el fondo oceánico durante cientos de años empujados por fuertes corrientes y quizás incluso algún tsunami. En consecuencia, todo está bastante roto, afirmó Deborah Carlson, presidenta del Instituto de Arqueología Náutica de la Universidad A&M de Texas, que dirige la expedición al pecio de Godavaya con colegas de los Estados Unidos, Sri Lanka y Francia. Pero por revuelto que esté, el barco hundido podría cubrir un hueco en las pruebas conservadas del comercio que llevaba metales y lujos exóticos como la seda de Asia al mundo romano.

Godavaya, nexo comercial clave

Ejemplo de cerámica encontrada en el pecio de Godavaya.
El área de Godavaya ha estado habitada desde hace unos 7000 años. En agosto de 2008, se descubrió un esqueleto humano del 5000-3000 a. C. (aún no ha sido datado por C14) en una cantera abandonada, junto con herramientas de piedra y hueso. En honor del descubridor del yacimiento, el arqueólogo alemán Oliver Kessler, los esqueletos fueron llamados Olli 1-3.

El asentamiento de Goda Pavata Pattana se encontraba en la península situada entre el puerto interior sobre el río Walawe y el puerto marítimo de la bahía de Godavaya. El comercio era un componente importante en la economía de la antigua Sri Lanja, y Godavaya fue un asentamiento costero importante del reino de Ruhuna.

El puerto de Godavaya es probablemente anterior a una inscripción en brahmi de un rey Gamani Abaya del s. II d. C., probablemente Gajabahu I, que afirma que los pagos aduaneros obtenidos allí estaban dedicados al monasterio budista, el Godapavata Vihara. Sin embargo, en el capítulo sobre “Los Doce Reyes” del Mahawamsa se sostiene que el vihara de Gotapabbata era uno de los siete monasterios que Mahallaka Naga construyó tras la muerte de su yerno Gajabahu.

En la antigüedad, Sri Lanka exportaba granates oscuros, que han sido encontrados decorando objetos funerarios en muchas tumbas europeas de principios de la Edad Media. Una investigación reciente ha mostrado que la mayoría de esos granates procedían de la India y Sri Lanka. Godavaya tenía fácil acceso a través del río Walawe a la zona de minas de gemas de la cuenca de Walawe, que es una fuente de granates.

Hasta el s. VI, Godavaya fue un puerto de tránsito importante. Los barcos que traían mercancías de Occidente intercambiaban bienes con los que venían de China cargados de seda. Así, las naves no necesitaban ir más allá de Godavaya. También se intercambiaban artículos comerciales en la ruta fluvial del Walawe y por otras sendas terrestres.

Godavaya fue el puerto de la capital meridional del s. XI, Maha Nagakula, que se encontraba a orillas del río Walawe.

A partir de 1994, un equipo de arqueólogos alemanes de la Universidad de Bonn, dirigidos primero por el difunto doctor Helmut Roth, después por el Dr. Udo Recker (1994-6) y finalmente por Oliver Kessler (a partir de 1997), llevó a cabo unas excavaciones en Godavaya colaborando con el Departamento Arqueológico de Sri Lanka (bajo el mando de su Director General, el Dr. W. H. Wijeyapala) y el DAI (Instituto Arqueológico Alemán). Desenterraron pruebas de la importancia de Godavaya en la Ruta de la Seda marítima, revelando conexiones con China al este y con el Mar Rojo y el Mediterráneo al oeste.

Entre los hallazgos se encuentran:
  • Cerámica persa sasánida y china.
  • Monedas romanas.
  • Cuentas y brazaletes.
  • Ladrillos con marcas gremiales en forma de O.
  • Un antiguo muelle de desembarco construido con pilares de piedra de hasta 3’5 m. de altura.
  • Una gran ancla de piedra descubierta bajo el agua.
Los eruditos creen que el comercio entre Oriente y Occidente se intensificó después de que Roma se anexionase Egipto en el s. I a. C., obteniendo acceso al Mar Rojo y a través de este al Océano Índico. Las rutas comerciales están documentadas en fuentes literarias e históricas, afirmó Carlson, tales como el Periplo del Mar Rojo, un manual en griego del s. I d. C. que explica a los marineros que zarpan del Mediterráneo y el Mar Rojo a dónde ir en el Océano Índico y que llevar, comprar y vender. Solo faltan las naves que realizaban dicho comercio.

Carlson dijo que probablemente no encontrarían ninguna prueba definitiva de que el barco condenado se dirigía a Roma (como probablemente tampoco podrán decir cómo encontró su fin la embarcación, aunque Carlson, que describió las corrientes que impidieron muchos de los intentos de inmersión del equipo el año pasado como "infames", sospecha que el agitado mar tuvo que ver con ello). Pero los descubrimientos en la nave hundida podrían al menos ayudar a ilustrar el papel de Sri Lanka como "eje" de este comercio, ya que muchos de los bienes que pasaban por la isla alcanzaban el Mediterráneo, aseveró Carlson.

Estado del pecio

Imagen del montículo de restos del barco hundido.
Los primeros rastros del naufragio de Godavaya fueron descubiertos en 2003, cuando un pescador local se sumergió en el sitio y regresó con artefactos antiguos, incluyendo una piedra de amolar con forma de banqueta o mesita. Piedras parecidas se han encontrado en stupas budistas ricas en reliquias, dijo Carlson.

Carlson vio por primera vez el pecio en persona en 2010. Ella y sus colegas documentaron parcialmente los restos en tres campañas exploratorias sucesivas entre 2011 y 2013. La mayor parte de los objetos encontrados alrededor del barco hasta el momento parecen productos locales, muchos de ellos sin elaborar. Hay más piedras de amolar de aspecto budista, lingotes de hierro y cobre (o lo que queda de ellos tras la corrosión) y lingotes de vidrio verde-azulado y negro, que se originaron en la costa tamil del sur de la India y que habrían sido fundidos para crear nuevos recipientes.

Para determinar la edad de la nave, Carlson y su equipo tomaron tres muestras de delicada madera atrapada en el montículo y las enviaron a dos laboratorios distintos para su análisis. Los fragmentos de madera, probablemente restos del antiguo buque, datan al menos del s. I a. C. o d. C.

"Era bastante escéptica cuando vi este pecio por primera vez en 2010. Creí que no había forma de que esta cosa fuese antigua", dijo Carlson. "Pero tomamos estas muestras de madera y me quedé algo pasmada al recibir los resultados."

La arqueóloga submarina Deborah Carlson, que dirige el equipo de excavación.
El montículo cubre un área de unos 6 x 6 metros, aunque el equipo ha sido incapaz de determinar exactamente dónde empieza y dónde acaba exactamente el naufragio durante sus cortas exploraciones del yacimiento. Este año tendrán más tiempo para investigar: si el tiempo lo permite, el equipo espera empezar a sumergirse a mediados de este mes y continuar trabajando hasta mayo.

Además de determinar una silueta sólida del pecio, Carlson espera que ella y sus compañeros sean capaces de asegurar un pedazo del montículo submarino, subirlo a la superficie y tamizar su contenido en una piscina, buscando monedas, posesiones personales y cualquier otra cosa atrapada en el sedimento. A partir de jarras cerradas de cerámica, el equipo podría incluso ser capaz de recuperar antiguos materiales botánicos, como polen, que podría indicar en qué época del año estaba navegando el barco.

El proyecto ha recibido financiación de la Donación Nacional para las Humanidades. Además de sus colegas del Instituto de Arqueología Náutica, Carlson está colaborando con investigadores del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, la Universidad de California, Berkeley y el Departamento de Arqueología de Sri Lanka.

Fuentes

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