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sábado, 11 de enero de 2014

Dinastía Zhou (1046-256 a. C.)

Estados de la Dinastía Zhou Occidental (1046-771 a. C.)
La Dinastía Zhou (1046-256 a.C.) fue la más duradera de China. Siguió a la Dinastía Shang (c. 1600-1046 a.C.) y acabó cuando el ejército del Estado de Qin capturó la ciudad de Chengzhou en el 256 a. C. La larga historia de la Dinastía Zhou se suele dividir en dos periodos distintos: el de los Zhou Occidentales (1046-771 a. C.) y el de los Zhou Orientales (770-256 a. C.), llamados así por el traslado de la capital Zhou al este, donde estaba más protegida de las invasiones.

Las mentes más influyentes de la tradición intelectual china florecieron bajo los Zhou, particularmente hacia el final del último periodo de la Dinastía Zhou, considerado una época de despertar intelectual y artístico. Muchas de las ideas desarrolladas por figuras como Laozi, Confucio, Mencio y Mozi, que vivieron todos durante el periodo de Zhou Oriental, moldearían el carácter de la civilización china hasta la actualidad.

Los Orígenes de la Dinastía Zhou


Los Zhou no fueron invasores, sino un pueblo chinoparlante descendiente de la cultura neolítica de Longshan. A lo largo de varios siglos, los Zhou se alejaron de las presiones bárbaras, migrando hacia la cuenca agrícola más occidental del norte de China, el valle del bajo Wei, que actualmente es la provincia de Shaanxi. Allí empezaron a desarrollar una agricultura similar a la Shang, y también construyeron una ciudad en un área llamada Llanura de Zhou, que dio su nombre al Estado y a la dinastía. La clase gobernante Shang consideraba a los Zhou sus "primos semibárbaros del campo". Durante muchos años los Zhou y los Shang coexistieron alternando la paz y la guerra.

La primera figura histórica importante de los Zhou es el rey Wen (1152-1056 a. C.), descrito como un ejemplo viviente de benevolencia y sabiduría. Se convirtió en rey de Zhou en el 1099 a. C., durante los últimos días de la Dinastía Shang. Se le atribuye la concepción del ambicioso plan de socavar la autoridad de los Shang concertando alianzas con los jefes vecinos, lo que dio a los Zhou el poder militar necesario para hacer posible la conquista. El creciente poder de Wen perturbó tanto a la corte Shang que llegaron a apresarlo en la ciudad de Youli. No obstante, los partidarios de Wen lo rescataron dando a los Shang un gran número de regalos. El segundo hijo del rey Wen fue el rey Wu, que construyó una nueva capital y la llamó Haojing. En el 1046 a. C., Wu dirigió un ejército de 50000 tropas contra 700000 Shang, en la batalla conocida como la Batalla de Muye. El pueblo Shang era tan infeliz bajo el gobierno del rey Shang que los guerreros ofrecieron poca resistencia y muchos de ellos se unieron al bando del rey Wu. El rey Shang se retiró a su palacio y se suicidó encerrándose y prendiendo fuego al edificio.

Los Zhou justificaron el campo de dinastía y su propia autoridad afirmando que los desposeídos Shang habían abandonado el "Mandato del Cielo" gobernando mal. Era costumbre en la antigua China identificar la autoridad suprema de los gobernantes con un poder superior. Todos los subsiguientes cambios de dinastía en China serían justificados con argumentos similares a este.

El rey Wu no exterminó por completo a los Shang: Dejó al heredero Shang como gobernante nominal de la ciudad de Youli, pero ordenó a algunos de sus propios hermanos que mantuviesen Youli bajo un firme control. Wu retornó a Haojing, donde murió siendo aún relativamente joven, y su hijo Cheng se convirtió en el nuevo rey Zhou siendo aún un niño.

Los Zhou no fueron capaces de controlar por completo la llanura oriental como habían hecho los Shang, y el rey Wu no elaboró ningún plan destinado a tal fin. Fue el hermano de Wu, conocido como el Duque de Zhou, quien dio los pasos necesarios para establecer la base sobre la que la dinastía Zhou consolidaría su poder por todo el norte de China. El Duque de Zhou era el jefe y supervisor de la recién conquistada llanura oriental, y fue nombrado regente sobre el joven rey Cheng, su propio sobrino. La contrapartida del Duque de Zhou era otro de sus hermanos, el Duque de Shao, supervisor jefe de la tierra natal de los Zhou en Shaanxi. Tan pronto como el Duque de Zhou ocupó su puesto como regente sobre el rey Cheng, sus hermanos en la ciudad de Youli se unieron al heredero Shang en una rebelión para tomar el poder y restaurar el antiguo orden Shang, ya que al parecer había un miedo generalizado a que el Duque de Zhou usurpase el trono de su joven sobrino. El Duque de Zhou reaccionó rápidamente organizando sus fuerzas armadas y aplastando la rebelión. Después emprendió varias expediciones al este para someter a toda la llanura del Río Amarillo bajo el control de los Zhou. En el proceso destruyó muchos Estados pequeños y creó nuevas unidades administrativas en su lugar. También construyó una nueva capital en la moderna Luoyang, en la llanura central del Río Amarillo (la actual provincia de Henan) para que sirviese como capital auxiliar en la administración de los territorios orientales. Tras lograr todo esto en el marco de solo siete años, los poderes del Duque de Zhou eran extraordinarios, pero eso no le hizo reticente a abandonar su puesto tras educar persistentemente a su sobrino en los deberes de un gobernante responsable. Así, el rey Cheng subió finalmente al trono y gobernó hasta el 1021 a. C.

Zhou Occidentales (1046-771 a.C.)


La Dinastía Zhou nunca gobernó un territorio totalmente unificado. La corte Zhou extendía su poder sobre la llanura oriental concediendo autoridad a miembros de la familia real y en algunos casos a partidarios favorecidos, que establecían fuertes amurallados y guarnecidos entre los habitantes originales del este. En ciertos casos, los jefes locales fueron aceptados como colaboradores con los Zhou. De ahí surgió una red de ciudades-Estado sobre la llanura, desde la que el control militar y político se extendía sobre las aldeas agrícolas circundantes. Cualquier líder local que retara al orden Zhou era rápidamente castigado por el ejército y los delegados regionales eran vigilados de cerca.

Hay muchos parecidos entre el sistema Zhou y algunas de las formas de feudalismo de la Europa medieval, que es la razón por la que la era Zhou es llamada a veces edad feudal. La diferencia más importante era que la clase gobernante estaba unificada principalmente por lazos de parentesco. Las relaciones familiares eran establecidas mediante matrimonios cuando no había conexión sanguínea. De esta forma, los señores locales debían aceptar la autoridad del rey como la cabeza de una gran familia. Durante los tres siglos posteriores a la conquista de los Shang, los Zhou mantuvieron el orden en el norte de China y expandieron sus territorios.

Con el paso del tiempo, los lazos de parentesco se desvanecieron y los gobernantes locales se identificaron cada vez menos con el rey Zhou y más con sus territorios asignados. Esta tendencia fue muy fuerte en las regiones periféricas más grandes. Hacia el s. IX a. C., los líderes regionales empezaron a ignorar sus deberes para con la corte Zhou y también a luchar entre ellos. El declive del orden en el reino animó a los pueblos extranjeros de todas las fronteras a lanzar invasiones. El rey Li (que gobernó entre el 877 y el 841 a. C.) dirigió 14 ejércitos contra enemigos no chinos hacia el sur y el sureste sin resultados positivos.

Finalmente, el rey Xuan (827-782 a. C.) libró muchas guerras defensivas contra los invasores en el norte durante la mayor parte de su reinado. En el 771 a. C., su hijo, el rey You, murió durante una invasión bárbara en Haojing, la capital, que fue asaltada y saqueada por un grupo de norteños. El heredero real y los miembros de la corte que consiguieron sobrevivir al desastre decidieron que Haojing era demasiado vulnerable a los ataques desde la frontera, así que abandonaron la ciudad y establecieron la sede del gobierno en la capital auxiliar oriental de Luoyang. Este fue el principal punto de inflexión en la Dinastía Zhou, marcando el final del periodo de los Zhou Occidentales.

Durante el periodo de los Zhou Occidentales, los bienes circulaban principalmente mediante tributos y presentes más que a través del comercio, las ciudades eran fortalezas nobles, los artesanos eran una casta hereditaria de siervos adjuntos a Estados o cortes, y los ministros y miembros de la corte eran elegidos por su nacimiento antes que por su talento. Las batallas entre los líderes regionales eran relativamente cortas y, para los nobles, restringidas por un código de caballerosidad.

Zhou Orientales (770-256 a. C.)


Después de que la invasión bárbara empujase al este a los gobernantes Zhou, el Estado de Qin se quedó al cargo de guardar la frontera occidental, y gradualmente se desplazaron al este hasta ocupar finalmente los antiguos dominios Zhou. Así, los Qin se convirtieron en un aliado cercano de los Zhou y también mantuvieron relaciones matrimoniales con su clase gobernante. Las ciudades-Estado emergieron lentamente como poderosos feudos independientes y el poder de los Zhou se desintegró. Los Estados localizados en las periferias se volvieron fuertes poderes territoriales, y sus gobernantes poseían normalmente más fuerza militar y económica que el rey, que ahora dependía de un pequeño dominio real en torno a Luoyang. Hacia el 700 a. C., el Estado de Qin al oeste, el de Jin al norte, el de Qi al este y el de Chu al sur eran los principales centros de poder en China. El dominio real Zhou, en el centro de la llanura del Río Amarillo, carecía de poder en comparación con los reinos periféricos.

El periodo desde el 772 hasta el 476 a. C. es conocido en la historia china como el Periodo de la Primavera y el Otoño, llamado así por el nombre de la crónica oficial del pequeño Estado de Lu que se pudo preservar, en la que se registran los sucesos de toda China entre estas fechas. Durante esta época, el conflicto militar se intensigicó gradualmente. Guerra tras guerra, los diferentes Estados empezaron a anexionarse unos a otros y, de los cerca de cien Estados existentes en China hacia el 770 a. C., solo quedaban cuarenta hacia el final del Periodo de la Primavera y el Otoño. Esta fue una era de violencia y conflicto social: batallas, guerras civiles, asesinatos de gobernantes e intrigas entre familias aristocráticas. Las batallas se transformaron lentamente, pasando de ser breves y reglamentadas a convertirse en masacres a gran escala.

Como resultado de esta creciente conflictividad, los gobernantes ya no podían permitirse nombrar ministros solo por su nobleza de sangre, ya que el talento se volvió mucho más importante. El comercio se expandió, el dinero y los bienes circularon mayoritariamente por compraventa, y en ocasiones los grandes mercaderes conseguían altos puestos. Los pensadores competían por el patrocinio de los gobernantes, moviéndose de una corte a otra para explicar sus puntos de vista sociales, económicos, militares y políticos en busca de un empleo. El principal centro de atención intelectual eran los problemas prácticos de la política y la sociedad, más que las especulaciones metafísicas. Las artes y la filosofía florecieron en China como nunca antes: los pensadores de las diversas Cien Escuelas de pensamiento desarrollaron numerosas tradiciones ideológicas distintas. Esta es la época en la que algunas de las mayores escuelas chinas (como el taoísmo, el confucianismo y el legalismo) fueron fundadas.

Esta situación llevó al Periodo de los Estados Enfrentados (476-221 a. C.), en el que siete Estados fueron los principales contendientes por el control y la unificación de China. Durante muchos siglos, China vivió inmersa en una situación de guerra, un desorden en el que ninguno de los Estados implicados era lo bastante fuerte para conquistar a todos los demás, pero muchos de ellos lo eran para romper ese orden.

Los Últimos Días de la Dinastía Zhou


La Dinastía Zhou llegó a su fin durante el Periodo de los Estados Enfrentados: en el 256 a. C., el ejército del Estado de Qin capturó la ciudad de Chengzhou y el último gobernante Zhou, el rey Nan, fue asesinado. El poder efectivo de los Zhou era tan pequeño que el final de la dinastía apenas fue notado. El Estado Zhou fue por tanto absorbido por el de Qin. La supremacía de los Estados de Qin, Qi y Chu era tan grande que por un tiempo pareció que China estaría dividida en tres para siempre. Sin embargo, el caos y la guerra prevalecieron y las batallas continuaron hasta que finalmente los Qin conquistaron a los demás Estados y unificaron China de nuevo en el 221 a. C., iniciando así la Dinastía Qin (221-206 a. C.).

Fuentes


Extraído y traducido de http://www.ancient.eu.com/Zhou_Dynasty/
  • China - Ancient History Encyclopedia definition.
  • Graham, A.C. By A.C. Graham - Disputers of the Tao. Open Court Publishing Company, 2000.
  • Hucker, C. China's Imperial Past. Stanford University Press, 1975.
  • Makeham, J. China: The World's Oldest Living Civilization Revealed. Thames & Hudson, 2008.

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