Portada

lunes, 2 de febrero de 2015

Los dos únicos bronces de Miguel Ángel han sido autentificados y serán expuestos mañana en Cambridge

La comisaria Victoria Avery del Museo Fitzwilliam con los bronces.

Dos hombres apuestos, viriles y desnudos cabalgando a lomos de feroces panteras se han desvelado hoy como las que probablemente sean las únicas esculturas de bronce supervivientes de la obra del genio del Renacimiento Miguel Ángel Buonarroti.

En términos de Historia del Arte, esta atribución es sensacional. Los académicos de Cambridge sugieren que este par de misteriosas figuras de un metro de alto, conocidas como los Bronces de Rothschild, son del mismo maestro, y que fueron realizadas justo después de completar su David y antes de embarcarse en la pintura del techo de la Capilla Sixtina. Si esto es correcto, serían los únicos bronces de Miguel Ángel conservados en todo el mundo.

Serán expuestos al público en el Museo Fitzwilliam de Cambridge a partir de mañana martes. Victoria Avery, comisaria de artes aplicadas del museo, dijo que el proyecto de atribución de las obras, que implicó a un equipo internacional de expertos de distintos campos, había sido como "un Cluedo del Renacimiento". "Ha sido un enorme privilegio participar, algo muy excitante y verdaderamente divertido."

Para la autentificación de los bronces, que pertenecen a un particular británico, ha sido clave un diminuto detalle de un dibujo hecho por uno de los aprendices de Miguel Ángel, que ahora se conserva en el Musée Fabre de Montpellier, Francia. El boceto muestra en una esquina un joven musculoso montado en una pantera con una pose similar. Fue Paul Joannides, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Cambridge, quien relacionó las estatuas con el dibujo el pasado otoño.

La investigación continuó con un escáner de neutrones en un instituto de investigación de Suiza, que dató los bronces en la primera década del s. XVI. El análisis del anatomista clínico Peter Abrahams, profesor de la Universidad de Warwick, sugirió que cada detalle de los bronces era un trabajo "de libro" de Miguel Ángel, desde los abdominales hasta los ombligos, que son como los que el artista talló en su David de mármol.

"Se puede ver hasta un tendón perineo, así como la arcada transversal del pie", escribe Abrahams en el libro que acompaña al descubrimiento.

Para Avery, "quienquiera que los hizo tenía claramente un profundo interés en el cuerpo masculino... la anatomía es perfecta."

Las pruebas pictóricas también son atrayentes, ya que los desnudos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina también se parecen mucho a los Bronces de Rothschild.

Los bronces fueron atribuidos inicialmente a Miguel Ángel, pero la conexión fue desacreditada a finales del s. XIX. Desde entonces han sido asignados a diversos grandes escultores y a sus círculos, incluyendo a Tiziano Aspetti, Jacopo Sansovino y Benvenuto Cellini.

"Son obviamente obras maestras", dijo Avery. "El modelado es soberbio, son tan poderosos y cautivadores, que quien los hiciera tenía que ser genial."

La comisaria afirmó que habían procedido deliberadamente con cautela durante el proyecto de atribución: "Tienes que ser bastante valiente para contemplar siquiera que podrían ser la obra de un artista de la magnificencia, fama e importancia de Miguel Ángel. Decidimos ser cautelosos, muy cuidadosos y metódicos... Nadie quiere que le echen el trabajo por tierra y quedar como un idiota."

Ahora están todo lo convencidos que pueden estar de que los bronces fueron hechos por Miguel Ángel entre 1506 y 1508, cuando acababa de empezar su tercera década de vida y sentía hambre de éxitos.

La historia de las esculturas es tan fascinante como su belleza. Reciben su nombre de su primer propietario conocido, el Barón Adolphe de Rothschild, nieto de Mayer Amschel Rothschild, quien fundó la famosa dinastía banquera. Es posible que Rothschild los comprara a uno de los Borbones de Nápoles, y si eso fuera así, podrían haber salido de la Villa Reale de Caserta, donde los tesoros artísticos de la Casa de Borbón estaban expuestos. Tras la muerte de Rothschild en 1900, los bronces fueron heredados por Maurice de Rothschild. Cuando este murió en 1957, fueron a parar a una colección privada francesa, y fueron prácticamente olvidados hasta que salieron a subasta en 2002 y fueron comprados por su actual propietario británico, que ha preferido mantener su anonimato. En la subasta, que tuvo lugar en Sotheby's, los expertos los asociaron lejanamente con el escultor florentino Cellini.

Tras su "redescubrimiento", volvieron a interesar a los estudiosos y fueron parte de una exposición sobre Willem van Tetrode (también conocido como Giuglielmo Fiammingo, discípulo de Cellini) en la Colección Frick, y después en la gran muestra de bronces de la Royal Academy en 2012, donde fueron atribuidos al círculo de Miguel Ángel y datados hacia mediados del s. XVI. Los expertos que los vieron en la Royal Academy los reconocieron como similares a la obra de Miguel Ángel, pero se mostraron reticentes a asignarlos directamente a este.

La atribución es especialmente excitante porque no han sobrevivido más bronces de Miguel Ángel. Un David de dos tercios del tamaño natural, que se sabe que fue hecho para el chateau de un grande de Francia, se perdió durante la Revolución Francesa, y una estatua espectacular del Papa Julio II fue fundida para fabricar artillería por rebeldes boloñeses.

Los bronces serán expuestos en el Fitzwilliam desde el 3 de febrero hasta el 9 de agosto, con un libro sobre el descubrimiento, y más hallazgos e investigaciones serán presentados en una conferencia internacional el 6 de julio.

Avery dijo que estaba deseando que los viera tanta gente como fuera posible, y que se unieran al debate, el cual esperaba que no fuera solo para eruditos: "Espero de verdad que la gente se implique en esto, que lea los argumentos; quizás podrían sentarse media hora en un café con el libro, y después venir a mirar los bronces y decidir por sí mismos."

Avery dijo que estaba deseando que los viera tanta gente como fuera posible, y que se unieran al debate, el cual esperaba que no fuera solo para eruditos: "Espero de verdad que la gente se implique en esto, que lea los argumentos; quizás podrían sentarse media hora en un café con el libro, y después venir a mirar los bronces y decidir por sí mismos."

Fuentes


Extraído y traducido de The Guardian. Artículo por Mark Brown.
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario